Ante todo amamos y defendemos la vida. Ese tipo de prácticas, de tiempos que creíamos superados, dañan profundamente a nuestra querida democracia.
Por más diferencias políticas e ideológicas que existan, tenemos muy en claro que a la democracia la queremos profundizar y fortalecer con más participación, con más diálogo, con más solidaridad y con justicia social. Nunca con conductas contrarias al orden constitucional.