La intolerancia política no puede cercenar la libertad de prensa, garantizada en la Constitución Nacional.
Este grupo de Mujeres Peronistas, merecen el mayor de los repudios y quienes conforman este organismo partidario deberán tomar nota para que esto no vuelva a suceder.
Las diferencias en líneas editoriales, se discuten y se deben plantear a nivel empresarial y no arremeter contra una trabajadora que solo cumple con su deber y profesión.