«Tanto yo como mis compañeros hemos sido privados de la libertad porque alguien dijo que hicimos algo que no hicimos. En tanto no se respeten las garantías constitucionales, el debido proceso y el derecho a la defensa, no voy a responder a este poder judicial que funciona como una oficina del Comité Radical”, expresó desde el penal de Alto Comedero.
El origen
A raíz de la protesta pacífica realizada en la Plaza Belgrano, Sala fue imputada junto a otras cuatro personas por instigación al dellito y tumulto. Pero solo a ella la detuvieron, el 16 de enero.
Permaneció privada ilegalmente de su libertad hasta el 29 de ese mes, cuando le otorgaron el cese de detención. Pero de inmediato se le dictó una nueva orden de detención en una causa por asociación ilícita, extorsión y fraude al Estado que se inició a partir de la presentación «espontánea», según se dijo, de nueve personas que relataron hechos ocurridos en 2012, 2013, 2014 y 2015. Este expediente se inició en plena feria judicial, a pesar de que sus características no ameritaban semejante urgencia, e incluso fuera del horario establecido en la acordada respecto al funcionamiento de la misma.
En la causa, más allá de los testimonios, no hay ninguna otra prueba contra Milagro Sala que, sin embargo, permanece detenida.
Premios y castigos
El 26 de febrero, el juez Pablo Pullen Llermanos dictó una nueva orden de detención contra Sala, a quien acusó de «encubrimiento» aunque luego recaratuló como «tentativa de homicidio». En esta causa, lo único que incrimina a la dirigente social son dichos de la hija de uno de los detenidos, Jorge Paes.
Paes, que estuvo prófugo desde el 2007 hasta diciembre de 2015, cuando fue arrestado, luego de declarar contra Milagro Sala fue «premiado» por el juez con la prisión domiciliaria, de un modo absolutamente excepcional, y con un pedido a su favor por falta de mérito.
Los otros imputados en la misma causa, Jorge Ávila y Alberto Cardozo, desvincularon a Sala del hecho.
En el marco de la misma investigación, Pullen Llermanos también ordenó la detención de María Molina, quien permanece alojada desde hace más de dos meses en la Comisaría de la Mujer de Los Huaicos en condiciones inhumanas de detención. Para decidir su arresto, el magistrado contó solamente con dichos de Yésica Páes, quien aseguró que la compañera le había entregado dinero, hecho que Molina negó.
Este mismo juez es el que promovió una denuncia contra uno de los abogados de Milagro Sala, Luis Paz, señalado por la hija de Paes, quien aseguró que había recibido amenazas. Pullen Llermanos dio curso a esa acusación luego de una reunión en su despacho a solas con la denunciante que duró más de ocho horas.
A desarchivar
El 9 de marzo de este año, Juan Carlos Maidana, quien se encuentra privado de su libertad desde hace siete años por un delito común en la Unidad Penal N° 1 de Jujuy, presentó una nota ante el Juzgado Residual, también a cargo de Pullen Llermanos, a fin de conocer el resultado de una causa iniciada en 2006 a partir de una denuncia de Luca Arias, hoy fallecido.
Maidana jamás se había presentado como querellante en esta causa, que se vincula con un hecho sucedido el 3 de julio de 2006 en el el cual Maidana y Arias, entonces referentes de la organización CCC, habrían sufrido lesiones en dependencias del Ministerio de Infraestructura mientras esperaban ser recibidos por el ministro Cosentini.
En aquel momento, la causa estuvo a cargo del juez de Instrucción Marcelo Gutiérrez, quien la caratuló como «lesiones agravadas por el número de personas». En la denuncia original, Milagro Sala fue mencionada como una de las personas que se encontraban en el lugar, e integrantes de la Tupac Amaru fueron señalados como los agresores. Esas personas nunca fueron identificadas y el Agente Fiscal no instó la causa, hasta que en 2009 se dictó la prescripción, de acuerdo al Código Procesal Penal de la provincia vigente en aquel momento (Ley 5384).
Este año, a partir del pedido de Maidana, Pullén Llermanos ordenó el desarchivo de las actuaciones y dictó la nulidad de la prescripción, violando el instituto de la cosa juzgada.
Por otra parte, es necesario recordar que el 24 de abril de 2007 la organización Corriente del Pueblo, de la cual Arias era fundador, emitió un parte de prensa en el que informó: “El día jueves 19 a primeras horas de la tarde, ingresó a la Clínica Lavalle con un cuadro del que luego se supo era leucemia aguda que le provocó un derrame cerebral. El lunes a las 20 los neurólogos informaron que el compañero no presentaba actividad neuronal”. El certificado de defunción, firmado por la médica María Eugenia Fandiño, consigna como causa de muerte “ACV hemorrágico”.
En definitiva, Pullen Llermanos utiliza personas privadas de su libertad para que declaren en contra de la dirigente social.
A multar
En la última semana, Pullen Llermanos inició otra causa contra Milagro Sala, en idénticas condiciones que las anteriores: con testimonios como única prueba. Ahora pretende acusarla de ser responsable del secuestro de un bebé.
Este mismo juez decidió hace algunas semanas aplicar sanciones económicas a los abogados defensores de Milagro Sala, Ariel Ruarte y Paula Álvarez Carreras, por haber presentado un hábeas corpus colectivo en defensa de las mujeres que están privadas de su libertad en la Unidad N° 3 del Penal de Alto Comedero, donde está alojada Sala, por considerar que se encontraban en condiciones inhumanas de detención.
Tras la denuncia, que tomó conocimiento público, las autoridades del Penal resolvieron, pasado casi un mes, solucionar el problema que tenía sin agua caliente a las internas y flexibilizar la reglamentación en relación al ingreso de ropa de abrigo.
Ante este panorama en el que se acumulan diariamente las irregularidades en los procesos que la involucran, y que tienen como único fin dar sustento a un relato que promueve desde hace años Gerardo Morales en su contra sin ninguna prueba legalmente válida, Milagro Sala señaló que no se va a someter a este Poder Judicial y que seguirá denunciando su condición de privación ilegal de la libertad.