Santillán interpretó que fue amenazado a raíz de sus declaraciones en medios nacionales del Grupo Clarín en las que aseguró que Sala es responsable de haber instalado en la provincia “la narcopolítica» y que «debería estar presa por eso».
«No es una presa política, sino una política presa», dijo el sindicalista, y sus palabras fueron replicadas por medios nacionales y también internacionales.
Pero Santillán también tuvo críticas para el gobernador Gerardo Morales: «Elige arreglar con los dos lugartenientes más siniestros y perversos que tenía Milagro Sala, que son (José Luis) Bejarano, que apuntó con un arma a un compañero nuestro, y que hoy es concejal y dueño de una red de camionetas que van y vienen de Bolivia, y el otro es un diputado, (Emilio) Cayo, que de ser desocupado en tres o cuatro años pasó a ser el regente de la noche jujeña teniendo cinco o seis boliches, multimillonario».
Cayo y Bejarano son quienes formalizaron su ruptura con la Red de Organizaciones Sociales, se mostraron públicamente con Morales y acordaron con el gobierno provincial la asignación de recursos y obras para sostener su organización.