El fiscal Gerardo Pollicita sospecha que los 10.000 dólares hallados en un sobre en el ministerio de Desarrollo Productivo pertenecían a Rodrigo Sbarra, exsubsecretario de Coordinación, y estaban destinados a pagar cuotas de un lote que compró en Nordelta en 2016 que nunca declaró ante la Oficina Anticorrupción (OA).
Sbarra había dicho públicamente: “Me plantaron la plata”. El problema que tiene el exfuncionario macrista no es directamente el dinero hallado sino el lote que no incluyó en su declaración de bienes y el monto que pagó en un comienzo, 80.000 dólares, que en su momento tampoco consignó.
Los famosos 10.000 dólares fueron hallados el 21 de enero por los nuevos ocupantes del despacho, que cuenta con la particularidad de tener doble puerta y acceso con huella digital. Incluso la oficina solo se puede abrir desde el lado de adentro. Es en Paseo Colón al 200. La denuncia la hizo el actual titular de Desarrollo Productivo, Matías Kulfas. La plata estaba en un cajón dentro de un sobre que tenía dos anotaciones que resultaron claves: un correo electrónico (@nordelta) y una dirección física (Costa 194) en el Complejo Puertos, precisamente de Nordelta.
La usuaria del mail resultó ser una mujer que realiza las cobranzas, que declaró como testigo esta semana. La empleada informó que Sbarra había comprado un lote en 2016, cercano a los 1000 metros cuadrados y por un valor de 176.000 dólares. Por entonces pagó un adelanto en efectivo cercano a los 70.000 dólares y se acordaron cuotas a terminar de saldar en 2019. Eran pagos de 3000 dólares.
Pollicita juntó documentación sobre la propiedad y los pagos. Quedaban algunos pendientes y todo hace suponer, también acorde a la declaración de la empleada, que el dinero en el sobre correspondía a tres cuotas adeudadas que Sabarra debía saldar.
El fiscal cuenta con colaboración de la Oficina Anticorrupción, que lo primero que entregó fueron las declaraciones juradas. De allí el dato central que surge es que el exfuncionario no declaró el lote ni al momento de comprarlo ni después tampoco. En el año de la adquisición tampoco declaró la posesión de dólares, algo que haría mucho después.
Una de las hipótesis sería que con la compra en cuestión blanqueó dinero no declarado, lo que podría derivar en la figura penal de lavado de dinero. Luego se podrían plantear otros delitos emparentados, como la evasión, la omisión en la declaración y si realmente podía afrontar ese pago.
Ahora la fiscalía avanza en algunas medidas adicionales y en las próximas horas podría firmar una imputación. El paso siguiente es el llamado a indagatoria.
Otros elementos que habían surgido en la causa, y aún están en análisis, estaban en un sobre aparte y un papel donde constaban supuestos pagos a la empresa Manpower de los meses noviembre y diciembre. Había también un acuerdo de pago y otras anotaciones sobre posibles operaciones. Sbarra se ocupaba de las contrataciones y cuestiones administrativas. Había llegado de la mano de Francisco Cabrera y continuó con Dante Sica.
Sbarra fue nombrado en 2015. Por ese entonces declaraba bienes por 1.169.54 pesos y participación en la empresa Arquigreen SA y un departamento de 62 metros cuadrados valuado en 930.000 pesos. Al final del período había sumado dos lotes en Navarro, 2000 metros cuadrados en total valuados en 98.000 pesos cada uno. Mantuvo ese patrimonio y en 2018 incorporó donaciones: un departamento de 185 metros cuadrados en Capital Federal y un auto Mini Cooper de 5 puertas. Ambos suman 15 millones de pesos que declaró donados. Se había desprendido del departamento más pequeño. Al final de su mandato declaró bienes por 30.532.773 pesos. Pero nunca incluyó el lote de Nordelta.
La semana pasada Sbarra insistía en sembrar sospechas sobre la gestión actual: “Ese sobre claramente está plantado y que aparezca a 45 días de mi salida llama poderosamente la atención”. Su situación judicial está complicada.
Irina Hauser, en Página/12