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El último de los 25 implicados en el escándalo de corrupción en la empresa estatal brasileña, se entregó a la policía, junto a su abogado, informaron medios locales.
Se trata de Adarico Negromonte Filho, prófugo de la Justicia y sobre el que pesaba una orden de detención, es hermano del ex ministro de Ciudades Mario Negromonte, del conservador Partido Progresista, el cuarto mayor partido del país, y que integra la coalición aliada del gobierno de la presidenta Dilma Rousseff.
De Negromonte se sospecha que mantiene vínculos con el cambista Alberto Youssef, apuntado como líder de una red de lavado de dinero que actuó junto a grandes empresas contratistas y ex ejecutivos de la petrolera, en el marco de un esquema ilegal que desvió millonarias sumas de la empresa.
Según las investigaciones, Negromonte se encargaba de transportar dinero desde la oficina del cambista hasta los agentes públicos y partidos que se beneficiaron con los desvíos -además del PP, el gobernante Partido de los Trabajadores (PT) y su aliado, el Partido del Movimiento Democrático Brasileño (PMDB).
El esquema de corrupción que operó en el seno de la empresa pública estalló en marzo, cuando cayeron presos Youssef y el ex director de Refinería y Abastecimiento de Petrobras Paulo Roberto Costa. Arrestados, ambos alcanzaron acuerdos con la policía y el Ministerio Público (Fiscalía) mediante el cual proporcionan detalles sobre los fraudes a cambio de eventuales reducciones en sus respectivas condenas.
Entre los detenidos figura otro ex directivo de Petrobras, el ex director de Servicios Renato Duque, y varios presidentes y altos ejecutivos de empresas contratistas.
