En principio, el plan es que el acampe permanezca hasta el próximo viernes, cuando se cumplan 300 días de la privación ilegal de la libertad de Sala. En esos siete días, se realizarán diversas actividades para visibilizar y denunciar la persecución política y la suspensión del estado de derecho en Jujuy, una situación que ya trascendió las fronteras y está siendo observada desde el exterior, no solo por organismos internacionales sino también por la prensa extranjera.
Los oradores del acto central de la marcha de las CTA, sin excepción, reclamaron por la libertad de la dirigente social. Hugo Yasky, de la CTA de los Trabajadores, señaló que «Milagro Sala es una compañera que hoy es rehén de la oligarquía jujeña del gobernador Gerardo Morales», y agregó: «Pretenden convertir esa provincia en una republiqueta de odio y persecusión», para reclamar que «el Gobierno nacional tiene que sacarse la careta y asumir que si la ONU le pide que liberen a Milagro, no hay nada más que hablar».
A su turno, Pablo Micheli, de la CTA Autónoma, dijo que antes de fin de año Milagro «tiene que estar libre entre nosotros», y Daniel Catalano, de ATE Capital, recordó que «se cumplieron 293 días de la detención de Milagro».
En ese marco, señaló: «Va a ser imposible reparar el daño que le generaron a ella y a los 11 presos políticos de la Tupac Amaru. Abrazo a Milagro, la causa y la resolución de la ONU que le exige al Gobierno argentino que la libere».
«Sin Milagro en la calle se hace dificil la lucha popular», agregó Catalano.
Cristian Miño, de la Confederación Nacional de Cooperativas de Trabajo, dijo: «Que Milagro Sala esté presa tiene que ver con una cuestión política, no con los delitos que le adjudican. Quieren beneficiar a los sectores de poder no solo de Jujuy sino de toda la Argentina».