Foto: Gentileza El Tribuno.

Se suman las protestas de madres de estudiantes: falta de docentes, aulas que se inundan y maltratos

La ministra de Educación de la provincia, Isolda Calsina, enfrenta casi todos los días protestas de padres y madres de estudiantes, por diversos motivos. Al pedido de que renuncie a su cargo motivado en el gravísimo hecho de abuso sexual que cometió una maestra -ya detenida- contra una niña de 3 años en la Escuela Normal, se suman reclamos relacionados con la falta de docentes y con el deterioro de los edificios escolares. Hay además denuncias de maltratos hacia alumnos.

Esta mañana, padres y madres de alumnos que asisten a la escuela Pablo Arroyo, del barrio Malvinas Argentinas de San Salvador de Jujuy, protestaron porque desde hace casi dos meses está vacante el cargo de docente de Lengua y Ciencias Sociales de cuarto grado, lo que afecta a unos 50 estudiantes. La dirección de la escuela les explicó a los padres que está presentado el pedido en el Ministerio, pero la respuesta fue que no hay maestros.

No obstante, detrás de un problema que se resolvería con una medida administrativa subyace una situación alarmante, ya que la vacante se motivó en que el docente que ocupaba ese cargo fue separado del aula tras haberle pegado a un alumno. Sobre ese hecho de violencia, los padres aseguran que no recibieron información precisa por parte de la dirección de la Escuela.

El episodio hace pensar inevitablemente en el aberrante hecho ocurrido en la Escuela Normal hace unpar de semanas, donde una docente de Nivel Inicial fue detenida acusada de haber abusado sexualmente de una niña de tres años. El caso es que esta maestra había sido denunciada el año pasado por maltrato hacia los alumnos, por lo que se le habían asignado tareas administrativas, para ser luego reincorporada al trabajo en el aula en el presente ciclo lectivo.

Los pies en el agua 

Madres de alumnos que asisten a la Escuela Patria, del barrio Florida, en Palpalá, realizaron un abrazo simbólico al edificio del establecimiento para reclamar por el estado del edificio, donde también funciona el Secundario N° 5, por la tarde.

Denunciaron que cuando llueve el agua entra a las aulas y los chicos permanecen con las zapatillas mojadas durante toda la jornada, y explicaron que el problema está en que el nivel del patio está muy elevado respecto de los pasillos.

Exigieron una respuesta urgente y amenazaron con tomar la escuela.

 

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