Todo un símbolo del colaboracionismo sindical. Mientras decenas de miles de personas copaban la Plaza de Mayo y protestaban contra las políticas de ajuste del gobierno nacional, sindicatos oficialistas de las 62 Organizaciones almorzaban con Jorge Triaca en la sede de la Unión Argentina de Trabajadores Rurales y de la Estiba (Uatre), el sindicato que conducía con mano de hierro el fallecido Gerónimo «Momo» Venegas.
El sucesor en el trono de Uatre, Ramón Ayala, reiteró en el animado convite el «compromiso» de las 62 con las políticas económicas y sociales de Cambiemos. «Acompañamos al Gobierno como lo venimos haciendo hasta ahora», dijo Ayala, que además disparó que el triunvirato de la CGT «fracasó».
Además de Ayala de la Uatre, otros líderes sindicales que eligieron ignorar la movilización popular fueron José Ibarra (de Taxistas); Marcelo Peretta (de Farmacéuticos y Bioquímicos); Alejandro Poli (Remiseros) y Marcelo Pariente (Motociclistas Mensajeros). También comieron y bebieron en el lugar un representante de los Petroquímicos, Fabián Hermoso, y el dirigente de Cambiemos Pablo Anzaloni.
El almuerzo sirvió como excusa para celebrar el natalicio de Venegas, prócer de la Sociedad Rural (el gremio de peones rurales es uno de los de mayor precarización en el país) y la derecha sindical, además de líder de las 62 Organizaciones hasta su muerte.
Envalentonado con el romance que mantiene con la Casa Rosada, Ayala afirmó a la prensa que «antes de un plan de lucha o un pedido de cambios, se debe llamar a congreso general y elegir a nuevas autoridades de la CGT».