Por Felipe Yapur en Página/12. El sector dialoguista logró imponer la continuidad del triunvirato de la CGT que tiene mandato hasta el 2020. La “vida” que consiguieron ayer Héctor Daer, Juan Carlos Schmid y Carlos Acuña está ligada a la posible fractura que hubiese generado, durante la reunión del Consejo Directivo, la votación de la convocatoria a un congreso. Ante ese escenario se resolvió que el triunvirato no solo continúe sino que además tome contacto con los diferentes sectores sindicales que no forman parte del Consejo para acercarlos y con todos realizar un plenario de secretarios generales, posiblemente el 22 de agosto, donde deberá surgir, según confesó a PáginaI12 un dirigente del transporte, un plan de lucha.
El acuerdo necesitó algo más de tres horas de discusión. Si bien no hubo encontronazos, las diferentes miradas sobre cómo abordar el repudio a la crisis que provoca el plan económico del Gobierno alargó el debate. Gordos e independientes, que impulsaron la continuidad del triunvirato, defendieron su posición aferrados al éxito del paro nacional del 25 de junio pasado y, por lo tanto, resaltaron la inconveniencia de cambiar de conducción en un momento donde se avizora un desmejoramiento del ya oscuro panorama económico. Si se quiere, ese fue el punto que más acuerdo generó porque todos los participantes de la reunión coincidieron, al momento de hacer uso de la palabra, en señalar las pérdidas de fuentes de trabajo en cada sector que está provocando la caída de la actividad económica. Ninguno tuvo una mirada optimista con respecto a los meses que vienen.
Los gremios que pugnaban por la convocatoria al congreso sindical, entre ellos camioneros, terminaron accediendo a la propuesta del triunvirato pero para ello acordaron antes ciertas pautas que consideraban indispensables. Allí nació la idea de convocar a los diferentes grupos gremiales que, por diferentes motivos, se abstuvieron de participar en 2016 de la conformación del triunvirato. Entre esos sectores se encuentran la Corriente Federal de Trabajadores (CFT), el Movimiento de Acción Sindical Argentino (MASA) y los sindicatos industriales como la UOM y el Smata. También anotaron a los que son parte de las 62 Organizaciones.
Si bien el compromiso es que todos los miembros del Consejo Directivo se reúnan con estos grupos, lo cierto es el que peso de esta tarea recaerá en el triunvirato. La idea es que dicho acercamiento deberá tener como conclusión la participación de todos en el plenario de secretarios generales que se calcula que se realizará el próximo 22 de agosto. Uno de los dirigentes de los poderosos gremios del transporte confió a este diario que “se le extendió la vida al triunvirato y ella depende de que todo este trabajo sea un éxito y eso incluye la elaboración de un plan de lucha”. Y es que tanto la CFT, el MASA, el Smata y la UOM conformaron un grupo, al que la semana pasada se sumó camioneros y sus gremios aliados, que impulsa una central obrera con un programa o plan de lucha para confrontar al gobierno de Cambiemos. Este sector no abona la tesis de la ruptura pero sus dirigentes consideran imprescindible que la CGT tenga una mayor firmeza frente al poder político. En ese sentido advierten que el éxito del paro del 25J y el oxígeno que revitalizó el triunvirato está lejos de ser un cheque en blanco por lo que sostienen que la posibilidad de volver a convocar a un paro está más cerca de lo que se cree. Con ellos el triunvirato debe consensuar el armado del plenario de fines de agosto.