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En una carta documento, el titular del Sindicato de Obreros y Empleados del Azúcar del Ingenio Ledesma (Soeail), Rafael Vargas, intimó a la compañía de terminar de manera inmediata con la persecución laboral a los trabajadores que adhirieron al paro que se llevo a cabo en el mes de setiembre y octubre.
En la misiva, el sindicalista exhorta a cesar de manera inmediata con las modificaciones de puestos y horarios de trabajo así como el reemplazo de compañeros trabajadores por personal de otras secciones de fábrica de azúcar, de frutales e incluso de empresas tercerizadas (como en la sección Trapiche) en una clara e indubitable acción de represalia, ilegítima y de la más absoluta mala fe, en contra de trabajadores que han participado en la reciente huelga dispuesta por esta asociación sindical.
Luego cita ejemplos de persecución laboral de la empresa: en el sector Refinería se han modificado los turnos y tareas de todos los trabajadores; en El Talar a Diego Valdez se lo sacó del sector Bomba enviándolo sin ningún tipo de justificación a Despacho a Riego. Igual situación con el compañero Villalba Roberto que se lo quitó de su sector (abonada con trabajo por tarea) y se lo reubicó sin justificación alguna en Taller con horario cortado, entre otros varios más.
De este modo se impide el ejercicio efectivo de la huelga y desnaturaliza su contenido esencial, como lo marca la Constitución Nacional. Asimismo el Comité de Libertad Sindical de la OIT se ha manifestado específicamente sobre la invalidez de sustituir a los trabajadores en huelga en servicios que no son calificados como esenciales, en tanto representa una violación severa a la libertad sindical.
Finalmente, Vargas invoca también el acta firmada con Ledesma, por la cual la planta fabril asumió el compromiso de no tomar represalias por la participación del personal en medidas de fuerza así como aplicar las normas internas de la empresa en igualdad de condiciones.
