Uno de ellos tenía en su poder el teléfono celular que le robaron al joven asesinado, y ya prestó declaración ante el fiscal.
En los allanamientos ordenados, informó el funcionario, se secuestró una motocicleta y ropas de vestir “de las mismas características de la que usaron quienes cometieron el ilícito”, precisó.
“En el día de ayer, a los dos últimos detenidos se les designó abogados defensores, y a partir de hoy continúa la investigación penal preparatoria y de toda la prueba que se va a producir”, agregó Osinaga.
Para el fiscal, “muchos elementos de juicio reunidos hasta este momento hacen presumir que al menos dos de los tres detenidos serían partícipes del hecho que se está investigando”.
La imputación, que inicialmente era de “homicidio simple”, cambió a “homicidio criminis causa”.