Por Raúl Kollmann, en Página/12. Este lunes se cerró el acuerdo entre el gobierno argentino y Sinopharm, el laboratorio chino: el contrato dice, textualmente, que debe proveer, antes de fin de febrero, un millón de vacunas, mitad dosis 1 y mitad dosis 2. Al mismo tiempo, el Fondo Ruso de Inversión Directa (DRIF) y el Instituto Gamaleya oficializaron la promesa del envío esta semana de 400.000 dosis 1, que llegarían antes del próximo lunes. Y para redondear, fuentes cercanas a Oxford/AstraZéneca anticiparon que el laboratorio cumplirá el contrato firmado por Alberto Fernández la semana pasada: a más tardar el martes 15 estará en el país la primera partida de las 580.000 dosis acordadas para febrero.
Semejantes cantidades garantizan que en muy pocos días se pueda poner en marcha un gigantesco operativo de vacunación en todo el país, completando el personal de la salud que aún falta y avanzando en los mayores de 70 y en los docentes. Pero todavía habría un refuerzo mayor: las autoridades rusas anticiparon que están en condiciones de cumplir con el otro compromiso ya firmado, la entrega de un millón de dosis por semana a partir del lunes 14.
No será fácil que todo funcione como un relojito en un mundo en el que las vacunas escasean y en Europa hay gravísimos escándalos por las demoras.
Al acuerdo con Sinopharm le faltaba la firma del gobierno de China. Alberto Fernández ya lo había firmado y el documento viajó a Oriente para la rúbrica final. Fue un trámite lento, difícil y tortuoso, pero según la Casa Rosada se concretó este lunes con la firma en Pekin. El acuerdo es por 500.000 dosis 1 y 500.000 dosis 2 antes de fin de febrero y tiene una cláusula que permite acceder a mayores cantidades en marzo. Por ahora, lo concreto, lo firmado por ambas partes, es el millón de vacunas de febrero.
Como se sabe, la Argentina apostó por la Sputnik V siendo el primer país en aprobarla fuera de Rusia. Ahora, la vacuna es la estrella mundial -la quiere hasta Alemania-, entre otras razones porque en el mundo científico está instalado que tiene el plus de usar dos vectores distintos, es decir que no es lo mismo la dosis 1 que la dosis 2. El compromiso es que esta misma semana vengan 400.000 dosis 1, que ya garantizan un 70 por ciento de inmunidad y que permitirán sumar ya 800.000 argentinos vacunados con esa primera dosis. Pero en la comunicación con las autoridades nacionales, el Fondo Ruso hizo saber que estará en condiciones de proveer un millón de dosis por semana, más cerca de lo firmado originalmente. Las vacunas vendrían desde India, donde se están dando los últimos toques al control de calidad.
Como se hizo público la semana pasada, el presidente firmó el acuerdo con Oxford/AstraZeneca por 580.000 dosis en febrero y la misma cantidad en marzo. Parte empezaría también a venir, desde India, en los próximos siete días, aunque en el laboratorio afirman que la fecha de llegada es el martes 15. La vacuna tiene dos ventajas. En primer lugar su costo: cuatro dólares. Por debajo de Sputnik, 9,50 dólares y de cualquier otra vacuna. Además, no requiere de almacenamiento a 17 grados bajo cero, sino a temperaturas de una heladera normal.
Por último, están pendientes las vacunas que distribuirá Covax, que es un Fondo de Acceso Equitativo Mundial a las Vacunas de la Organización Mundial de la Salud. Covax es la síntesis en inglés de Colaboración y Vacunas. La Argentina ya tiene pagadas nueve millones de dosis y Covax anunció una primera distribución, que igualmente serían de Oxford/AstraZéneca fabricadas en el Serum Institute de India. La primera partida que llegaría al país sería de 2.200.000 vacunas.
Por supuesto que semejantes cantidades obligarán a un mega operativo de la línea de bandera, Aerolíneas Argentinas. En la conducción de AA no confirmaron ni negaron vuelos y, como anteriormente, esperan hacer un anuncio oficial, con horarios de salida y llegada, número de vuelo y todos los demás detalles. Todo indica que esta vez el destino será India.
Si todo sale como se está planeando, el desafío pasará a estar en la cancha de la vacunación. La prioridad la tiene el personal de la salud al que todavía le falta aplicarse la dosis 1 o la dosis 2. Ya hay varios distritos que avanzaron en vacunar en los geriátricos y se supone que el siguiente paso serán los mayores de 70 en algunos distritos o los mayores de 60 en otros. Y, en paralelo, los docentes, a los que también se les asignó prioridad.
Pese a que la Argentina tiene tradición en campañas de vacunación, el proceso hasta ahora no fue sencillo: las 300.000 dosis 1 que llegaron 24 de diciembre se terminaron de aplicar hace muy poco; la dosis 2 y las siguientes 110.000 dosis 1 y dosis 2, recién se están aplicando. No en vano el presidente Alberto Fernández, en la entrevista concedida a Página/12, mencionó que se estudia hasta la alternativa de que se vacune en farmacias. En cualquier caso, el fenómeno es igual en todo el mundo: el proceso de vacunación arranca lento y luego toma ritmo.