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Hugo José Condorí, un testigo víctima de la última dictadura, identificó hoy a los guardiacárceles Ricardo Ortiz, Mario Marcelo Gutiérrez y otro de apellido Sinhg (ya fallecido), como quienes sacaron de su celda del penal de Gorriti a Jorge Turk Llapur y Osvaldo Gregorio Giribaldi, quienes permanecen desaparecidos desde el 10 de junio de 1976.
Condorí, que compartió con ambos desaparecidos el pabellón 1 de la cárcel provincial, enfatizó: «Yo vi a esos tres miembros del servicio penitenciario sacarlos de sus celdas y nunca más nadie los vio con vida”.
Se refería a Sinhg, Ortiz y Gutiérrez, los dos últimos acusados en este segundo juicio por los delitos de lesa humanidad cometidos en Jujuy, junto al suboficial de Ejército César Darío Díaz, los también guardiacárceles Carlos Alberto Ortiz y Herminio Zárate, y Antonio Orlando Vargas, ex director del penal, condenado a 25 años de prisión en el primer juicio.
«Estoy convencido de que ellos saben dónde están los desaparecidos, porque creían que impartían justicia”, sentenció Condorí.
El Tribunal Oral Federal (TOF) está develando en este proceso el asesinato de Dominga Álvarez de Scurta y las desapariciones de Osvaldo José Gregorio Giribaldi, Jaime Rafael Lara Torres, María Alicia del Valle Ranzoni, Juan Francisca Torres Cabrera, su hermano Pedro Torres Cabrera y Jorge Turk Llapur.
Más adelante, el exdirigente del Sindicato de Trabajadores del Azúcar de Ledesma, recordó que una vez que fue liberado siguió sufriendo persecusión de parte de Gutiérrez, quien en más de una oportunidad lo amenazó de muerte, además de perjudicarlo en sus actividades laborales.
También recordó que fue ese represor quien lo ató cuando lo trasladaron al penal de La Plata en octubre de 1976 y lo quiso sacar de la celda sin pantalones, pero además se quedó con una radio. «Que me devuelva la Tonomac», dijo Condorí frente al Tribunal.
Otro testigo en la audiencia de hoy fue Juan Bosco Mecchia, preso desde 1975 y que optó por salir del país en abril de 1978. Afirmó que el represor Zárate integraba un grupo de tareas en la cárcel junto a José Eduardo Bulgheroni, un exmilitar que fue condenado a perpetua en el primer juicio, los hermanos Carlos y Ricardo Ortiz, el propio Gutiérrez y otro exguardiacárcel de apellido Aguaysol, varias veces mencionado en los testimonios.
Entre los ahora desaparecidos a quienes vio durante su cautiverio, recordó a los hermanos Galeán, Ríos, a Armando Tilca, apodado «el viejo», quien “sentía que estaba condenado a muerte por la tortura que padecía”.
El último testigo de la jornada, Víctor López, exmiembro de la Penitenciaría local, relató que los militares que llevaban a los presos al penal «entraban por los pasillos con armamentos, no se les podía decir nada, eran los dueños».
