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Tilcara: El drama de vivir aislado en el barrio Radio Estación 

«Tenemos que llevar la basura caminando hasta la ruta porque los camiones no entran más al barrio», relató Gabriela Tolay, una de las decenas de vecinos del barrio Radio Estación de Tilcara, un sector que quedó aislado tras el trazado del tren turístico. Los pobladores del sector ni siquiera pueden acercarse a la estación porque, les dicen, «es solo para pasajeros».

No solo se cerró el acceso de vehículos, sino que las entradas de las casas están virtualmente valladas, lo que obliga a las personas a pasar «por debajo de los rieles», describió Tolay en diálogo con El Submarino Radio (FM Conectar 91.5), en referencia a las vías viejas que el gobierno provincial usó para delimitar los sectores por donde pueden circular los vecinos.

La casa de Gabriela, donde vive con su hijo y su pareja, está a unos 8 metros de las vías del tren turístico. «En nuestra puerta pusieron unos palos con unos rieles arriba. Quedamos privados de todo tipo de derecho. No hay calle», contó.

«También está el tema de la basura. Como no tenemos calle ni nada, tenemos que salir con la basura hasta la ruta, casi tres cuadras. Nos pusieron un horario, por los perros que rompen las bolsas», relató Tolay, y agregó: «Nos da mucha impotencia».

Además de los problemas relacionados con la circulación, la mujer sufre en carne propia las consecuencias en la salud por la limitación de ingreso de vehículos. «Yo sufro ataques de pánico desde hace varios años. El 20 de agosto pasado me enfermé y la ambulancia no pudo entrar al barrio, el chico tuvo que entrar caminando y me tuvieron que asistir en casa», contó.

«Cuando te agarra el ataque, es una sensación de que te vas a morir -completó-. Antes me trasladaban en ambulancia hasta el hospital.»

Tolay recordó: «Cuando estaba el otro tren, que era también de carga, no eran tan solo un par de vagones, jamás cerraron el barrio, teníamos acceso de vehículos».

Por estos días, obreros siguen trabajando en el trazado del perímetro que encierra al barrio. «Ellos dicen que es por seguridad, pero es para poner sus negocios», afirmó Gabriela.

Los vecinos del sector se preparan incluso para empezar a padecer otros problemas, como los derivados del uso de energía eléctrica para cargar las baterías del tren. La casilla de carga ya está instalada, y se espera que empiece a utilizarse cuando se extienda el recorrido hasta el norte.

La experiencia es suficiente para empezar a preocuparse. «A partir de que empezó a funcionar el tren, la Quebrada tuvo muchos problemas eléctricos. Se nos cortaba la luz en cualquier momento -contó Tolay-. De Ejesa, que ya sabemos quién está a cargo, nos decían que se quemó un poste de luz, que la alimentación… siempre una excusa. Pero da la casualidad de que esto empezó con el tren».

Todos los padecimientos del barrio ya habían sido denunciados por otros vecinos. En particular, el dueño de una hostería, Rubén Ponce, advirtió que esa especie de barricada que se instaló frente a las casas perjudicaba el funcionamiento de su comercio. Luego de hacer público su descontento, fue notificado de una denuncia penal en su contra, sobre la cual se conocerán precisiones esta semana.

Gabriela Tolay, en cambio, no recibió ninguna ofensiva judicial. Aunque sabe que no está exenta de padecer una situación similar. «Salís, hablás, contás lo que te pasa o hacés una denuncia porque no te parece lógico lo que hacen, y capaz que por hablar, comunicar lo mal que la estamos pasando, no tan solo yo sino todo el barrio, ya me inventarán una causa», reflexionó.

«Todo el problema en el barrio empezó antes de que se inaugure el tren, cuando empezaron a hacer las vías -repasó-. El año pasado sacaron a vecinos que eran propietarios, y no usurpadores, como dicen ellos. Como si eso fuera poco, después de sacarlos con falsas acusaciones, perdieron sus casas. Ahora donde ellos vivían está totalmente limpio».

Los vecinos del barrio tampoco pueden acceder al sector de la estación del tren. La propia policía es la encargada de cortarles el paso, sumando intimidación sobre intimidación. «Es algo público, estoy en mi barrio, pero te dicen que no se puede porque es solo para pasajeros», comentó Tolay, y completó: «Yo me río por no llorar, pero es una locura todo lo que estamos pasando. Estaría bueno que lo hagan, pero sin hacer daño a las personas que vivimos acá. Porque nosotros nunca nos opusimos a que venga el tren».

Barrio Estación de Tilcara: Les cerraron la calle de acceso y ahora los denuncian penalmente  

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