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Trabajadores de Télam iniciaron un paro por los despidos masivos 

Las trabajadoras y los trabajadores de Télam, la agencia pública de noticias y publicidad, se encuentran de paro total de actividades y con la ocupación y permanencia pacífica de sus dos sedes en Buenos Aires, por los 354 despidos dispuestos esta mañana. Denuncian que se trata de un desguace: «un proyecto para desmantelar a los medios bajo gestión estatal y entregar el sistema de medios en favor del capital concentrado de la industria». Por su parte, el ministro Hernán Lombardi dijo que se encara una “reestructuración empresaria” y cargó contra el crecimiento de la agencia en los años del kirchnerismo, lo que a su entender tuvo el objetivo de «satisfacer las necesidades de adoctrinamiento de un gobierno y la sujeción a su poder».

Los trabajadores de la agencia, convocados por el Sindicato de Prensa de Buenos Aires (Sipreba) y el Sindicato de Trabajadores de Prensa (Sitrapren), celebraron una Asamblea General en la puerta del histórico edificio de Bolívar 531 apenas conocidos los primeros despidos. Se recordaron las exitosas experiencias que revirtieron los cierres de 1996 y 2000 (cuando la agencia también era presidida por Rodolfo Pousá, el actual presidente) y se exhortó a pelear por defender la existencia de Télam y los medios públicos.

Con un extraordinario nivel de cinismo y perversión, Lombardi anunció los despidos masivos como una buena noticia, con un llamado a construir una “nueva Télam” luego de promover una suerte de limpieza ideológica de aquellos trabajadores que -dijo- ingresaron en el gobierno anterior. Un discurso insostenible y falso. Los despidos consumados hoy responden a trabajadores de todos los sectores, de toda antigüedad, de todas las pertenencias políticas. Lo que hay es un desguace: un proyecto para desmantelar a los medios bajo gestión estatal y entregar el sistema de medios en favor del capital concentrado de la industria.

Las trabajadoras y los trabajadores de Télam convocaron a una nueva Asamblea General para mañana miércoles 27 a las 12 en la puerta del edificio de Belgrano 347.

La explicación oficial 

A través de sus cuentas de redes sociales, el titular del Sistema de Medios Públicos, Hernán Lombardi, se refirió a la decisión de «reestructurar» la agencia oficial de noticias Télam a través de un comunicado cuyo contenido es el que sigue:

Las agencias públicas de noticias cobran valor en un mundo donde la impunidad del delito promueve las falsas noticias. En el siglo XXI el sentido que tienen es informar a los ciudadanos con veracidad, profesionalismo e independencia del poder político y los intereses comerciales.

Donde reina la posverdad no hay periodismo posible, donde se inventa la verdad lo único que importa es el efecto de la noticia y no su fundamento. La función del periodismo es contar los hechos con la mayor objetividad.

En Télam la administración anterior vulneró, despreció y destruyó este sentido último. La propaganda se enmascaró detrás del periodismo. La información tendenciosa y las operaciones sucias fueron la tónica de la época. Los lobos se disfrazaron de corderos, la propaganda se disfrazó de periodismo.

El desmanejo administrativo no tuvo precedentes: denuncias de corrupción en el manejo de la pauta y contrataciones desleales.

Al límite de lo imaginable, se encontraron impresiones y diversos productos de merchandising de propaganda partidaria y de celebración del gobierno anterior financiados con dinero del presupuesto de la agencia.

Se pasó de una planta de 479 empleados en 2003 a casi 1000 empleados en 2015. ¿Qué necesidad hubo de duplicar la planta de empleados? Una sola: satisfacer las necesidades de adoctrinamiento de un gobierno y la sujeción a su poder.

Construyeron un complejo entramado sindical, empresarial y legal para perpetuarse y mantener cautiva a la agencia y coartar el trabajo libre de periodistas de raza que aún subsisten en la empresa.

Un minucioso trabajo de las nuevas autoridades de la agencia Télam a partir de 2016, permitió desarmar la madeja, evitó costosos juicios al Estado y logró hoy que la justicia nos dé la razón. La oposición desplegada por 44 delegados en una empresa de más de 900 personas y por 61 medidas de fuerza en dos años y medio, exhiben lo manifestado. Cuesta encontrar en la memoria un ejemplo tan contundente como la reciente decisión que tomó la justicia de impedir la entrada a la empresa al secretario general de un gremio por considerarlo “peligroso para sus compañeros”.
Ninguno de estos escollos impidió que se avanzara en la mejora de los contenidos con información confiable y una fuerte apuesta a las nuevas tecnologías, que impulsó el crecimiento de los abonados de Télam, entre ellas, numerosos medios del extranjero.

Por todo esto, acompañamos la decisión del directorio de Télam de completar un plan de reformas y modernización para poner a la agencia donde debe estar.

Hoy ganó el periodismo y ganaron los ciudadanos. Los ciudadanos porque recibirán de la Agencia Télam información objetiva, veraz e independiente. El periodismo porque podrá desplegar, sin presiones ni chantajes, su noble oficio. Hoy ganó el periodismo y ganaron los ciudadanos. Hoy ganó el futuro de la Agencia Télam.

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