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Trabajadores del Ingenio Ledesma siguen negociando para mejorar las condiciones laborales

Rafael Vargas

El Ingenio Ledesma impuso una recomposición salarial de manera unilateral, sin que se haya firmado un acuerdo donde los trabajadores aceptan la cifra que decidió la empresa. Así quedó cerrada la discusión paritaria, aunque se mantienen reuniones periódicas para avanzar en reclamos por las condiciones de trabajo. Rafael Vargas, titular del Sindicato de Obreros y Empleados Azucareros del Ingenio Ledesma (Soeail), aseguró en diálogo con El Submarino Radio (91.5) que hay «aprietes» hacia los que participaron del paro de más de 20 días, pero aclaró que «si una asamblea decide tomar una medida de fuerza, lo puede hacer».

-¿Cómo está la situación entre la empresa y el sindicato?

-Nosotros hemos abierto un canal de diálogo para discutir solamente las condiciones de trabajo, porque el salario ha quedado fijado de manera unilateral en 14 mil de básico y 20 mil de tira final, como ha venido mostrando la empresa en su spot. Nosotros pretendíamos acercarnos más a los números de Río Grande y San Isidro, que era un 31% de auemnto, 15.600 de básico y tira final de 21.900. Pero además denunciamos los aprietes a los huelguistas. Ahora podemos hablar o acercar posiciones sobre las condiciones de trabajo, pero si una asamblea decide tomar una medida de fuerza, lo puede hacer.

-¿No hay diálogo sobre el salario?

-No. La empresa dio el aumento de manera unilateral. Y no hubo firma de ningún acuerdo, lo cual nos deja con expectativas para el año entrante. Nosotros no hemos cerrado ni dado nuestro consentimiento. La asamblea no aceptó los números, no los acepta, pero sí aceptó la posibilidad de sentarnos a avanzar por las condiciones laborales. Los compañeros delegados irán viendo en asamblea cuál va a ser el momento oportuno de iniciar nuevamente la lucha.

-¿Sienten esto como una derrota?

-No, todo lo contrario. Para nosotros ha sido una victoria cualitativa, porque si bien no se consiguió el objetivo, hemos logrado superar miedos e instancias que desde el sindicato no habríamos podido sobrellevar. Se hizo un paro de 20 días y se tuvo más fuerza. La empresa salió admitir que no pudo moler como lo tenía previsto, un 7% menos, y eso tiene que ver con la inversión que ha hecho para quebrar a los trabajadores y romper el sindicato. Pero no ha sido como ellos han querido porque el trabajador ha quedado concientizado.

-Habla de aprietes a los trabajadores. ¿En qué sentido? 

-La gente va perdiendo miedo, pero desde adentro intentan someter. A los que hicieron paro les niegan un préstamo o un anticipo, algo que corresponde por convenio. Pero los delegados han tomado un papel y un protagonismo, y eso nos da la garantía de que el sindicato está formando sus cimientos con gente con principios y convicciones. Acá se trata de luchar contra un monstruo. No nos olvidemos de que hablamos de Ledesma, que maneja el poder económico de la provincia, que pone y saca gobernadores o intendentes.

-¿Sobre las condiciones laborales llegaron a algún acuerdo?

-Todavía no hemos resuelto prácticamente nada.

-¿Están teniendo reuniones periódicas?

-Sí. Semana por medio nos vamos juntando en jornada completa. Asesores, miembros de comisión directiva, delegados, y representantes de la empresa. Nosotros vamos exponiendo y ellos van dando respuestas momentáneas, pasando una semana completando la información de qué se ofrece y qué es lo que recepcionan.

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