En el año 2006 se llevó a cabo la última Marcha de la Resistencia, debido a la comprensión de que el gobierno de Nestor Kirchner había logrado, por primera vez, que el Estado argentino adoptara una posición activa para obtener el castigo penal a los autores de violaciones de derechos humanos, sin exclusiones. En ese entonces Hebe de Bonafini aseguró que «ya no hay un enemigo en Casa de Gobierno».
Diez años después, convocan a una nueva marcha. La propuesta que parecía muy lejana ya, se reactivo tras los dichos de los funcionarios macristas que parecían desconocer los avances en materia de DD.HH. y que culmina, por ahora, con la dicción de prisión domiciliaria para el represor Miguel Etchecolatz.
La convocatoria arranca el 26 de agosto a las 17:00 en Plaza de Mayo y consistirá de una vigilia. El sábado 27, al día siguiente será el cierre, por parte de Madres.
El Destape