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Tras el paro nacional de universitarios, la secretaria adjunta de Adiunju, Gabriela Gresores, señaló que en Jujuy hubo «un muy buen acatamiento» y que la medida se expresó con fuerza, en facultades como Humanidades y Agrarias, y también en la Escuela de Minas.
En diálogo con El Submarino Radio (FM Conectar 91.5), Gresores trazó un balance del paro de 48 horas del martes y miércoles, convocado a nivel nacional por la Conadu Histórica en reclamo de mejoras salariales y la reapertura de las negociaciones paritarias, que no se convocan desde octubre de 2024. «El acatamiento fue muy bueno. La Facultad de Humanidades estaba vacía, la Escuela de Minas también. Incluso se notó en Agrarias, donde otros paros habían tenido una muy baja adhesión. Nosotros estamos satisfechos con el acompañamiento», afirmó.
Más allá de esta cierta satisfacción, la referente de la Asociación de Docentes e Investigadores Universitarios de la UNJu (Adiunju), reconoció que «la expectativa de que se revierta la situación, convengamos que es complicada». Y remarcó: «El gobierno ha decidido una política de absoluto desguace de la universidad; por lo tanto, es una pulseada muy dura en la cual nosotros, además, tenemos que ganar a nuestros estudiantes masivamente».
«Ya se sienten los efectos del ataque tremendo del gobierno, al pueblo en general y a las universidades en particular -analizó-. Ya no sabemos con qué tirarles. Hemos hecho paros, dos marchas tremendas, donde estuvo el pueblo argentino defendiendo a la universidad pública, y el gobierno no es que hace oídos sordos, sino que escucha y dice ‘la vamos a matar por ahogo, por asfixia’.»
Gresores recordó que el presupuesto con el que se están manejando las universidades es el del año 2023, y que los salarios perdieron más del 30% del poder de compra en 15 meses. Sobre la situación particular de los docentes, contó que «renuncian o están agotados porque se han conseguido cinco trabajos más, no pueden pagar ni siquiera los viajes».
En este contexto, señaló que cada día se hace evidente el peligro de que las universidades deban cerrar.
Los estudiantes
La participación y el involucramiento de los estudiantes es un tema de preocupación en el ámbito universitario. En este sentido, Gresores destacó la «presencia interesante» de estudiantes en la asamblea interclaustros que se llevó adelante este miércoles. «Pero de todas maneras todavía no les hemos ganado el corazón a los grandes contingentes de estudiantes que sí se movieron el año pasado, sobre todo los que recién ingresaron y todavía no pueden ver bien lo que está pasando», comentó.
Sobre este punto, la docente destacó que «el año pasado hubo un montón de tomas, el estudiantado salió en las marchas de abril y de octubre» y que «hubo un reguero en relación a la discusión de la ley de financiamiento universitario, que al final fue vetada» por el presidente Milei.
«O sea que el estudiantado se sumó, con mucho debate», concluyó. A su entender, esto es así «porque los jóvenes son además un sector muy afectado por la crisis, se podría decir que con su presente y su futuro muy comprometidos».
Por otro lado, consideró que sobre los jóvenes «hay un trabajo ideológico muy fuerte, que el gobierno les dedica todos sus esfuerzos de seducción», lo que provoca que «todavía tienen expectativa».
Gresores reflexionó sobre la postura de buena parte del alumnado universitario: «Es curioso lo que ocurre. Por ejemplo en Jujuy nosotros tenemos un estudiantado que valora la universidad, pero que se hace cargo de un discurso que la ataca. Entonces dice que los profesores son todos zurdos que lo único que quieren es plata. No, corazón, no queremos plata, lo que queremos es que puedas estudiar, porque eso es lo que no está pasando. No vamos a tener plata para limpiar el baño o para un laboratorio, y no vamos a poder viajar. Si no existe la universidad pública, no tienen chance. No se entiende, pero ese discurso permeó en nuestros alumnos».
«La verdad es que estamos preocupados», confesó la docente.
Frente a este panorama, en la asamblea interclaustros de este miércoles se resolvió «ir construyendo la marcha federal más desde los estudiantes y los docentes, aula por aula», contó.
La idea es recoger la experiencia del año pasado, la «enorme unidad» que se expresó en defensa de la universidad pública. «No es que en este momento se haya roto, pero tampoco se activa. Entonces se tienen que volver a hacer esas marchas, se tiene que poner en movimiento esto que hoy está tardando en moverse».
