La expresidenta de la Nación había publicado los datos que demostraban que Bonadío había autorizado a Sturzenegger a pagar los contratos: entre los compradores había muchos funcionarios del PRO.
La causa de dólar futuro amenaza con ser un dolor de cabeza para el propio Gobierno: la judicialización de una decisión de politica monetaria podría volverse en contra de Cambiemos ya que, sin su participación, la supuesta «defraudación» no hubiera tenido lugar.
Lo cierto es que no se trata de un delito: fue apenas una política del BCRA para frenar las expectativas de devaluación que presionaban a la divisa norteamericana. La venta de dólar futuro es una herramienta monetaria.
A posteriori, el gobierno de Macri recién asumido generó una devaluación brusca que le otorgó enormes ganancias a quienes habían comprado dólar futuro, entre ellos, funcionarios y el rey de la obra pública macrista, Nicky Caputo.
Tras la citación de Claudio Bonadío a Cristina Fernández de Kirchner, quedó en evidencia que la operación contra la ex-Presidenta era ridícula sin involucrar a quienes pagaron los contratos. Lo cierto es que una política monetaria, incluso si fuera equivocada, no es judiciable.
Aún así el Fiscal Jorge Di Lello pidió investigar al juez Bonadío y a Federico Sturzenegger, titular del BCRA y responsable del pago de los contratos de dólar futuro por «administración infiel en perjuicio de la administración pública y en favor de particulares» y «prevaricato».
La investigación, de ser impulsada, buscaría comprobar que el BCRA y el Gobierno Nacional habrían devaluado la moneda para que los compradores de dólar futuro obtuvieran mayores ganancias.
Asimismo, Di Lello pidió que se investigue la lista de compradores de dólar futuro entre los que se encuentran varios funcionarios y hombres del círculo íntimo del Presidente de la Nación.