Tras la suspensión del Boca-River, Macri y Bullrich se despegan de Larreta

La historia de los papelones del fútbol se anotó este fin de semana un mojón difícil de igualar. La final más importante de la historia de la Copa Libertadores se suspendió varias veces en el mismo día y luego, cuando todo parecía indicar que un día después finalmente se jugaría, se volvió a suspender.

El presidente de la Conmebol, Alejandro Rodríguez, anunció en el mediodía de este domingo y a cinco horas de que se jugara, que la superfinal entre River y Boca se volvía a postergar. «No están dadas las condiciones y por el bien del espectáculo se tomó esta decisión», señaló tras continuas idas y vueltas sobre el destino del encuentro tras los vergonzantes hechos del sábado en los alrededores de River.

Mientras se multiplican las críticas al infame operativo de seguridad realizado fuera de la cancha de River entre la Ciudad y el Estado nacional, el presidente Macri dejó trascender a su diario amigo Clarín que vivió el partido y los hechos del sábado «como un hincha más».

En tanto, la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, que se cansó de decir que la organización de la seguridad para el superclásico más importante de la historia era un tema «menor» en comparación con la cumbre del G20, dijo ausente y no emitió una sola palabra sobre el bochorno ocurrido en Núñez.

El diario controlado por Héctor Magnetto publicó este domingo que el presidente, recluido en Chapadmalal, se mostró «muy enojado» por la violencia registrada fuera del Monumental y el caos organizativo que demostraron las fuerzas de seguridad.

Más allá de las sospechas que rondan a los hinchas y observadores de lo sucedido sobre posible connivencia entre la Policía y los violentos que atacaron el micro que trasladaba a Boca, Macri no emitió una sola palabra y las redes sociales se hicieron un festín con viejos tuits suyos sobre anteriores problemas de violencia entre las hinchadas de River y Boca cuando gobernaba el kirchnerismo.

Lo mismo sucedió con Bullrich, a quien se le recordó desde los medios la forma en que subestimó la importancia del partido de este sábado. «Vamos a tener el G20, lo de River y Boca parece algo menor» había dicho la ministra admiradora de Margaret Thatcher para referirse a los problemas que no supo, no pudo o no supo prever.

En tanto, desde la cartera que conduce la exdirigente montonera culparon a la otra pata del problema del sábado: el gobierno porteño. Ausente de las críticas en los medios masivos debido a la generosa pauta que Horacio Rodríguez Larreta reparte a diestra y siniestra, la Ciudad y la Casa Rosada mantuvieron una tensa relación durante todo el sábado y la mañana de este domingo.

Según fuentes de Casa Rosada publicadas por el diario Perfil, el gobierno nacional «no compartía determinaciones del operativo» dispuesto por la jefatura comunal.

«La custodia del micro fue deficiente», dispararon desde Nación sobre el cordón que estuvo a cargo de la Ciudad de Buenos Aires. Sin embargo, el ministerio de Seguridad reconoció que también tuvo parte en el desastre, al aceptar que realizó un «cordón alrededor del estadio», el cual se transformó en otro de los problemas del día, sobre todo a la salida tras la suspensión, cuando la Policía apaleó sin miramientos.

Nueva fecha

Según los trascendidos, el partido podría disputarse el sábado 8 de diciembre, una semana después de finalizado el G20 en Buenos Aires. Sin embargo, la fecha devinitiva se resolverá este próximo martes 27 durante una reunión de la que participará la entidad continental y también los presidentes de River y Boca.

La suspensión llegó luego de otro pedido de Boca, que horas antes había firmado un acuerdo con River para que el partido se jugara. «No están dadas las condiciones y nosotros estamos aquí por el bien del espectáculo. Queremos que los equipos entren a la cancha sin excusas. Queremos que haya igualdad de condiciones. Creemos en el buen espectáculo deportivo. Que gane el que haga el gol», disparó el titular de la cada día más devaluada Conmebol.

En diálogo con Fox Sports, Alejandro Rodríguez sostuvo que «el Consejo de la Conmebol no garantiza el espectáculo entre estos dos equipos, que llegaron a la final por mérito propio. Creemos que tenemos que dar las condiciones para que ambos clubes tengan la oportunidad de recuperarse».

InfoNews

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