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El Tercer Malón de la Paz emprendió desde Rosario el último tramo de su recorrido que culminará este martes 1° de agosto en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, donde las comunidades originarias de Jujuy, acompañadas por pueblos hermanos de otras provincias, realizarán la ceremonia de la Pachamama frente a la sede de la Corte Suprema de Justicia de la Nación.
Este lunes estuvieron en la ciudad de Rosario, donde se realizó un acto multitudinario en el Monumento a la Bandera.
La caminata en la ciudad de Rosario
Unas mil personas, representantes de comunidades indígenas de Jujuy, partieron hace una semana desde localidades como La Quiaca, Yavi, Santa Catalina, Cochinoca, Rinconada, Humahuaca, Tilcara, Maimará, Purmamarca, Susques y Salinas Grandes, con la consigna «Arriba los derechos, abajo la reforma». Luego se sumaron pueblos de las yungas y los valles.
La caravana atravesó las provincias de Salta, Tucumán, Catamarca, Santiago del Estero, Córdoba y Santa Fe. En cada uno de esos lugares fueron recibidos por pueblos originarios locales, organizaciones sociales, sindicales y de derechos humanos.
En Rosario, el encuentro fue con integrantes de los pueblos Qom, Mocoví y Chaná. También se reunieron con referentes de la CTA Autónoma.
Cerca de las 18 horas, el Tercer Malón de la Paz abandonó Santa Fe y llegó a la localidad de San Nicolás, ya en la provincia de Buenos Aires.
Llegada a San Nicolás. Imagen: Originarios.AR
Este martes, está previsto un primer acto en la Plaza Miserere y luego otro en el Obelisco. La fecha de llegada a la Ciudad de Buenos Aires no es casual: como cada 1° de agosto, las comunidades harán, esta vez en la capital nacional, la ceremonia de ofrendas y agradecimiento a la Pachamama.
Los destinos puntuales de la movilización son la Corte Suprema de Justicia y el Congreso Nacional. Al máximo tribunal le reclaman que se expida sobre la inconstitucionalidad de la reforma de la Constitución jujeña aprobada el pasado 20 de junio. Al Congreso, que sancione la Ley de Propiedad Comunitaria Indígena y apruebe la intervención federal de la provincia de Jujuy.
«Traemos el mensaje de las 400 comunidades, denunciando lo que está pasando en Jujuy, donde no existe el estado de derecho, lo que existe es la violencia institucional, la violación de derechos humanos y una reforma hecha a medida del poder económico concentrado para avanzar con el despojo, el saqueo y el extractivismo que implican un daño irreversible a la madre tierra», afirmó desde Rosario, en diálogo con El Submarino Radio (FM Conectar 91.5), Néstor Jerez, integrante del pueblo Ocloyas.
El referente indígena adelantó que «la asamblea decidió permanecer hasta tener respuesta», y advirtió que no solamente van a presentar sus demandas ante la Corte Suprema y el Congreso, sino que también llevarán sus denuncias a instancias internacionales «por la violación sistemática del Convenio 169 de la OIT, un instrumento jurídico internacional de rango constitucional, supralegal, vinculante y obligatorio para el estado».
🔴El Tercer Malón de la Paz llega a Buenos Aires desde #Jujuy. En esa provincia las comunidades indígenas defienden en las rutas su derecho a la tierra. Lo hacen ante el avance sin diálogo de actividades extractivistas, como la del litio.
Acá te contamos más. 👇 pic.twitter.com/MfCB0QIFN5— CELS (@CELS_Argentina) July 31, 2023
El rechazo a la reforma constitucional aprobada en Jujuy se fundamenta, en principio, porque los pueblos indígenas no fueron consultados previamente ni fueron luego incluidos en el texto definitivo de acuerdo a los derechos que les asisten, según la Constitución Nacional y los tratados internacionales suscriptos por la Argentina.
El incumplimiento de esa instancia de consulta supone además una responsabilidad del país. «El estado nacional tiene que intervenir, porque se está violando un tratado que ha asumido y eso va a implicarle una sanción o multa», afirmó Jerez.
-¿Temen que el jefe de gobierno Horacio Rodríguez Larreta pretenda reprimirlos, como hizo Gerardo Morales en Jujuy?
-Nosotros venimos a proponer un diálogo intercultural, sincero y de buena fe. Aquí tenemos mujeres y hombres mayores, niñas, niños. No proponemos violencia. El mundo será testigo de la decisión que tome Rodríguez Larreta. No debería pasar, porque estamos en democracia y tenemos el derecho a exigir y a manifestarnos en forma pacifica.
