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«Lo que le suceda a Milagro Sala es exclusiva responsabilidad del Estado argentino y del juez Pullen Llermanos», advirtió Paula Álvarez Carreras, abogada de la dirigente social al referirse al traslado al penal de Alto Comedero dispuesto por ese magistrado esta mañana.
Tras haber esperado más de tres horas en la puerta del penal, los abogados de Sala pudieron ingresar a verla. Allí constataron las marcas que le dejaron en los brazos y las muñecas en el momento en que fueron a buscarla a la casa de El Carmen donde estaba cumpliendo con la domiciliaria. Las lesiones también fueron constatadas por la médica del penal.
«El traslado implica un flagrante secuestro con utilización de un operativo sumamente violento y desproporcionado, que ingresó por la fuerza y violentamente, a cargo del CEOP, con entre 20 y 30 policías hombres encapuchados y solo tres mujeres a cara descubierta que la tomaron, la esposaron, y forcejearon con ella», describió Álvarez Carreras.
La abogada afirmó: «Este traslado está en el marco de la ilegalidad y pone en grave riesgo a la Argentina porque se está incumpliendo las medidas de los organismos internacionales», y agregó. «Lo que le suceda de hoy en adelante es pura y exclusiva responsabilidad del Estado argentino y del juez Pullen Llermanos, teniendo en cuenta que la CIDH le concedió la cautelar para evitar riesgos, porque entendió que en el penal corría riesgo de vida y por eso no podía permanecer allí».
Sobre qué pasos seguirán desde la defensa de la diputada del Parlasur, señaló: «Iremos decidiendo los pasos en la medida que conozcamos los fundamentos de la resolución, porque solo accedimos a la parte resolutiva, donde en el punto 5 dice específicamente que se difiera la notificación. Es decir que el juez tuvo la voluntad de que nosotros no nos enteráramos de la medida».
Respecto de este punto, analizó: «Esto sería razonable por ejemplo si se tratara de un allanamiento o de una situación en la que el juez debe tomar medidas de prueba, pero en este contexto es grave. Si nadie se hubiera enterado, Milagro habría estado en una situación de desamparo, sin ninguna garantía de su seguridad. Esto hay que destacarlo porque es algo que preocupó a la familia, por no comprender adonde la llevaban ni por qué».
