La inefable Elisa Carrió llegó casi a último momento a la mesa porteña del barrio de Recoleta donde depositó su voto en estas elecciones nacionales. A las 17:15 la diputada nacional por Juntos por el Cambio llegó con sus colaboradores, sufragó (se supone que con boleta completa) y avisó que no la esperen en el búnker del oficialismo en Costa Salguero porque no se hará presente.
La situación en la alianza del macrismo comenzó a desmoronarse en las PASO del 11 de agosto y las bocas de urna que manejó durante todo este domingo el oficialismo confirmaron una a una sus peores temores: no la pudieron dar vuelta. Y es más, algunos números dicen que se amplió la ventaja para el Frente de Todos a nivel nacional y en la provincia de Buenos Aires.