Este viernes se cumple un año de la trágica explosión e incendio en el ingenio La Esperanza que se cobró la vida de ocho trabajadores. Con la causa judicial estancada, los obreros se sienten abandonados por el Estado. En tanto, en la planta se avanza en una refacción profunda por el grado de destrucción que quedó tras el siniestro, en un establecimiento que venía de años de dejadez. No obstante, todavía no es posible que se vuelva a destilar alcohol porque los trabajos necesarios demorarán por lo menos un año más.
«Todavía duele la tragedia negra en la que perdieron la vida ocho héroes, compañeros, amigos. Todavía no podemos cicatrizar las heridas», describió Sergio Juárez, secretario general del Sindicato de Obreros y Empleados Azucareros de La Esperanza (Soeaile).
En diálogo con El Submarino Radio (FM Conectar 91.5), dijo que todo el pueblo de La Esperanza está de luto y comentó: «Hoy el que está trabajando en la fábrica no quiere estar en el lugar del hecho porque es volver a recordar lo que pasó aquella tarde, a horas 16; la explosión, el griterío, las corridas, las sirenas».
Este viernes al mediodía hubo una misa dentro de la planta, con presencia de los dueños de la empresa, el sindicato, trabajadores y familiares de los obreros muertos en el incendio. A las 16 está previsto un bocinazo en el pueblo de La Esperanza y a las 19 habrá una misa para toda la comunidad.
-¿Cómo se portó el gobierno en relación a la tragedia?
-El gobierno dio un poco de contención a las familias, psicólogos que llamaban, pero recién se empezaron a preocupar cuando estaba por cumplirse un año y entonces entregaron unas casas. Pero esas casas las tienen que pagar como cualquier adjudicatario. Son cuotas de 4000 pesos. Es una vergüenza. Tendrían que haberlas dado gratuitas. Pero bueno, es Gerardo Morales, todos los conocen.
-¿Y la empresa?
-La nueva empresa dio un poco de contención a los familiares, se portó bien, les pagó el sueldo hasta febrero, todos los meses les entrega una bolsa de azúcar. Y en la fábrica sí hubo mucho cambio. Se tuvieron que armar cuatro calderas nuevas porque estaba todo totalmente destruido, se está haciendo una refacción total. Hoy no se está destilando alcohol porque donde fue la explosión quedó totalmente destruido y se tiene que hacer nueva deshidratadora. Quizás se pueda el año que viene. Se está haciendo además un trabajo grande en la fábrica, que va a demorar 3 o 4 años. Pero bueno, veníamos de 20 años de quiebra, los últimos 4 años fue una dejadez total de Gerardo Morales, sin inversión ni nada. Recién ahora se está poniendo a tono con los demás ingenios como Río Grande o Ledesma. Recién estamos comenzando a trabajar como una empresa privada.
-¿Cómo es la relación del sindicato con la empresa?
-Tenemos varios inconvenientes, denuncias en el Ministerio de Trabajo. Seguramente todavía falta y se van a ir corrigiendo los problemas.
-¿Cómo está la causa judicial por el accidente?
-La justicia no hizo nada. La causa está estancada. Pasó un año y seguimos con la misma carátula con la que empezamos. Nosotros fuimos a declarar, se les dio pruebas que habíamos presentado en el Ministerio de Trabajo donde pedíamos inspectores, se dejaron todo los papeles y la justicia bien, gracias. Pero ya sabemos, el que maneja a la justicia es Gerardo Morales, hacen lo que él dice. Si yo hoy hago una movilización, en menos de dos horas van a sacar el tema de todos los juicios que tiene Juárez. Es lamentable lo que está pasando con la justicia en Jujuy. El lugar del incendio ya lo limpiaron y fueron demolidas todas las partes. No sé qué pruebas van a sacar ahora. Llevamos un año y no tenemos nada. Hace dos semanas algunos familiares presentaron denuncias, porque después de un año se está viendo que no se mueve nada. Es una vergüenza.
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