Un ex efectivo aseguró que en la Central de Policía había detenidos «maniatados y lastimados»

«Me animo a contar la amenaza de muerte de Jaig, luego de enterarme de que había muerto”, dijo el expolicía Luis Navarro, quien declaró este jueves en el juicio por delitos de lesa humanidad que se desarrolla en la provincia. Se refería a Ernesto Jaig, jefe de la policía provincial durante la dictadura. navarro relató que en la Central de Policía había entre 20 y 35 detenidos «maniatados y lastimados».

Además de Navarro, prestaron testimonio otros tres exmiembros de la fuerza de seguridad local, que no aportaron datos relevantes. 

El fiscal penal Pablo Pelazzo solicitó al Tribunal que “se extiendan las audiencias para acelerar el juicio”, solicitud a la que se sumaron las querellas. Los defensores de los represores, en tanto, pidieron que les avisen con anticipación si se suman más audiencias durante la semana. Desde el inicio de este proceso, las audiencias son los jueves.

En la de este jueves, el expolicía Navarro -quien también trabajó en el Servicio Penitenciario- relató que no estuvo mucho tiempo en la fuerza, ya que renunció luego de la amenaza de muerte que sufrió por parte de Jaig, quien le había dicho que si contaba lo que ocurría en el Área 323 terminaría «1,80 metros bajo tierra».

Aclaró que solo se animó a contar el episodio luego de la muerte del temible jefe de la policía provincial, quien falleció en 1982 sin haber rendido cuentas ante la justicia. «Tenía miedo, pero ahora no tengo nada que ocultar”, señaló. 

El testigo aseguró que tras el golpe de Estado de 1976 se creó la llamada Área 323, «que estaba al mando de militares, donde nadie podía ingresar”, salvo personal del Ejército Argentino, que “ingresaban vestidos de civil”. 

Afirmó que en su lugar de trabajo, la Central de Policía, permanecían “entre 20 y 35 prisioneros, quienes estaban maniatados y lastimados”, y recordó a algunos efectivos policiales que eran cercanos al Área 323: «El Perro” Urzagasti, Emilio Zárate, Arce, Siro Goyechea y Armando Ruiz.

A Navarro le siguieron otros tres expolicíasn, Nicolás Orlando Solís, Ricardo Sosa y Emeterio Ortiz, quienes no hicieron mayores aportes.

En este juicio se investiga la causa acumulada “Galeán y otros”, vinculada con lo ocurrido a 17 personas que fueron secuestradas en la localidad de Tumbaya entre enero de 1976 y enero de 1977, algunas de las cuales permanecen en calidad de desaparecidos: Paulino Prudencio Galeán, su hermano Crecente Galéan, Rosalino Ríos, Elías Juan Toconás, Rosa Santos Mamaní, Carlos Villada y Vicente Cosentini.

Los procesados son Carlos Gutiérrez, Alberto Callao, Armando Ruiz, Raúl Claros, Siro Goyechea, Juan Vaca, Catalino Soto, Francisco Espiándola, Melanio Portal, Jorge Mendoza, Federico Colmenares, Félix Batalla y Ramón Herrera. Están acusados por los delitos “de privación ilegal de la libertad agravada”, “tormentos agravados”, “violación de domicilio”, “sustracción ilegal de objetos”, “robo en despoblado” y “homicidio agravado”.