De los 42.300 desparecidos actuales, casi 16.000 son fallecidos no identificados y sólo 726 están registrados como víctimas de desaparición forzada e involuntaria, indica un informe de la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH) reseñado por el diario Excelsior.
La cantidad actual de personas cuyo paradero se desconoce representa un aumento de 53,82 por ciento en relación con las 27.500 acumuladas durante el sexenio presidencial de Felipe Calderón, finalizado en diciembre de 2012, y consignadas por un informe de la Secretaría de Gobernación (ministerio del interior) difundido en junio de 2013.
El trabajo de la CNDH sostiene que «los derechos humanos no han podido garantizarse de manera plena» en el país y advierte que no existe al respecto coordinación entre autoridades federales y estadales.
De hecho, un diagnóstico del Programa Federal sobre Derechos Humanos señala que apenas 6,2 por ciento de los estados federados tienen diagnósticos sobre su situación en la materia y se fijó la meta de que al terminar el mandato del presidente Enrique Peña Nieto, a fines de 2018, haya registros en al menos 71 por ciento de los distritos.