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Este lunes, se cumplió el 48° aniversario de la Noche de los Lápices y los organismos de derechos humanos, junto a colectivos sociales, sindicales y políticos, conmemoraron y reivindicaron la lucha de estudiantes que fueron víctimas del terrorismo de estado.
Durante el acto, se trazó un paralelismo entre los reclamos de los jóvenes de esa época y la situación actual. También hubo presencia de Centros de estudiantes, para «recordar y reflexionar sobre uno de los episodios más nefastos de la última dictadura cívico militar».
“Queremos mantener viva la imagen de las víctimas de la última dictadura militar, que no se pierda, que sepan hay una memoria activa, que los lápices siguen escribiendo y nosotros somos herederos de su lucha”, señaló Bianca Flores, una estudiante universitaria.
“No fue solo una lucha por el boleto estudiantil, sino que aquellos jóvenes lucharon por un modelo de vida que hoy está en pugna, que hoy tenemos que salir a defender. Hoy luchamos por la educación pública ante el mismo modelo neoliberal que quisieron implementar en la última dictadura cívico militar, que hoy sigue vigente”.
La Noche de los Lápices se conoce al hecho ocurrido en La Plata el 16 de septiembre de 1976, cuando diez estudiantes secundarios fueron secuestrados y torturados por reclamar el boleto estudiantil gratuito, seis de los cuales continúan desaparecidos.
“El año pasado nuestra provincia se atentó contra la democracia al aprobar la Constitución provincial, provocando una violencia explícita por la imposición y el tratamiento que tuvo las modificaciones de la Carta Magna”.
«Ante el avance de las ideas negacionistas que hablan de ‘una guerra’, cuando sabemos que en el país hubo terrorismo de estado. Entendemos que el posicionamiento del gobierno libertario, sobre este tema afecta mucho la forma de mirar la política», dijo otra joven, quién junto a decenas de jóvenes, participaron de un acto en la glorieta de la plaza Belgrano.
Otra vez la justicia es lenta: Tardó 48 años
En mayo de 1985, Pablo Díaz contó por primera vez ante un tribunal que sus compañeras de la Noche de los Lápices, como se conoce el operativo de septiembre de 1976 en el que secuestraron a estudiantes secundarios de La Plata, habían sufrido violencia por medios sexuales en los campos de concentración de la dictadura. Recién en marzo de este año, cuando se cumplen 48 años de sus desapariciones, la justicia reconoció estos crímenes.
Seis represores fueron acusados por los delitos sexuales que sufrieron María Claudia Falcone y María Clara Ciocchini: Juan Miguel Wolk (jefe del Pozo de Banfield), Jorge Antonio Bergés (médico de la policía bonaerense), Jaime Lamont Smart (ministro de Gobierno bonaerense durante la dictadura), Federico Minicucci (jefe del Regimiento de Infantería Mecanizada 3 de La Tablada), Guillermo Domínguez Matheu (Destacamento de Inteligencia 101 de La Plata) y el comisario Luis Horacio Castillo.
Todos ellos fueron condenados a prisión perpetua en marzo de este año en el juicio de las Brigadas –Quilmes, Banfield y Lanús-Avellaneda. En julio, los integrantes del Tribunal Oral Federal (TOF) 1 de La Plata –Ricardo Basílico, Esteban Rodríguez Eggers y Walter Venditti– dieron a conocer los fundamentos de su fallo.
Allí puede leerse que el Poder Judicial argentino finalmente reconoció la violencia sexual que sufrieron María Clara y María Claudia. “Falcone fue víctima de abuso deshonesto y abuso sexual con acceso carnal, en tanto que Ciocchini fue víctima de abuso deshonesto. Ambas permanecen desaparecidas”, resaltaron.
