Este domingo, 8 de diciembre se cumplen 13 años de la desaparición de Ariel Iván Llampa, un joven de 17 años que fue visto por última vez en Agua Chica, Bolivia, mientras peregrinaba junto a seis amigos desde La Quiaca para honrar a la Virgen del lugar.
Desde ese momento, hay una familia devastada, pero sigue como puede, buscando obtener respuestas y mantener activa la investigación judicial.
Cabe recordar que Ariel salió un día como hoy, pero en el 2011 junto a seis amigos para peregrinar. En ese entonces, su madre también se encontraba en Agua Chica vendiendo comida y logró verlo en el lugar. Sin embargo, horas después, Ariel desapareció sin dejar rastro.
Los amigos del joven regresaron a La Quiaca, pero Ariel no lo hizo. Ante la preocupación, su madre intentó denunciar la desaparición esa misma noche, pero las autoridades policiales locales se negaron, argumentando que debían esperar 72 horas.
Fue recién al día siguiente, en Villazón, Bolivia, donde las autoridades aceptaron la denuncia y realizaron un rastrillaje, aunque sin resultados.
En la actualidad, la familia denuncia que Ariel podría haber sido víctima de trata de personas, teoría que refuerzan mensajes publicados en su cuenta de Facebook semanas después de su desaparición.
En uno de ellos, Ariel habría escrito que había sido «traicionado y vendido como un objeto» por sus amigos, mencionando que extrañaba a su familia.
Pese a estas pistas, la justicia provincial fracasó en la investigación del origen de los mensajes ni en otras líneas de investigación. Los amigos de Ariel declararon inicialmente que lo habían dejado en Agua Chica creyendo que regresaría por su cuenta, pero ahora, ya son mayores de edad y nunca fueron citados a declarar en la justicia.