Por otro lado, se conoció que la agrupación Hijos, presentó una nota ante el tribunal y la dirigió al presidente del mismo, Carlos Enrique Giménez Montilla, donde le deja que manifiesto su estado de alerta por hechos ocurridos en las primeras audiencias.
En el escrito, la agrupación afirma que “en la audiencia del 6 noviembre pasado, el imputado Masson Iglesias se acerco al fiscal subrogante Pablo Pelazzo luego de su declaración y en un gesto que simulaba respeto, cargado de falsedad, mientras le daba la mano le dijo …”¿se notó que te odio?”…. Esta expresión se escuchó hasta el lugar donde está el público en general y las víctimas.
Por otra parte, en la última audiencia del día 13 de noviembre, cuando Marengo hizo uso de la palabra, indicó con nombre y apellido a la periodista del diario El Tribuno, la Sra. Mariana Mamani, haciendo referencia a cada tramo del artículo que había escrito sobre la audiencia anterior, argumentando que lo sometía al escarnio público, dando muestra del seguimiento que hace sobre el trabajo que lleva a cabo la periodista.
Este no es un mero comentario, debe tenerse en cuenta el contexto y los crímenes por los que se lo está juzgando, esta gente utilizó el terror para aleccionar. También, debe usted comprender, que el solo hecho de que un imputado de tan horrendos crímenes mencione a alguien con nombre y apellido genera una sensación riego ante la posibilidad de alguna represalia, la sensación de vulnerabilidad e indefinición espantosa, ni que decir si se acercan de manera intimidante como en el caso de Masson Iglesias.
Nuestra trayectoria como organismo de DDHH ha dado muestras claras de nuestra política “garantista”, hemos esperado por más de 30 años que la justicia actúe correctamente y sean juzgados los responsables de los crímenes de lesa humanidad. No es nuestra intención deliberar si los imputados tiene o no la palabra, para nosotras/os eso es un derecho indiscutible, pero si creemos que es necesario que ese tribunal lleve a cabo la medidas necesarias e intervenga oportunamente cada vez que ese derecho se usa con otros fines, desnaturalizándose así la esencia del mismo.
En el vuelo que es cuestión de este proceso, fueron trasladados a las cárceles de Villa Devoto y de La Plata trabajadores del ingenio Ledesma, vecinos y estudiantes de Libertador Gral. San Martín, Calilegua y El Talar, y mineros de El Aguilar. Entre ellos estaban el exintendente de Libertador, Luis Aredez, y el minero de El Aguilar Avelino Bazán. En la última jornada, el vuelo fue calificado como un viaje de infierno y terror.
En este juicio hay 13 imputados, un ex oficial del Ejército, Domingo Horacio Marengo, y 12 son ex agentes del Servicio Penitenciario: Osvaldo Chiaparo, Juan Héctor Guenchal, Jorge Néstor Ibáñez, Rogelio Mason Iglesias, Arnaldo Ezequiel Jorge, Eduardo José Juárez, Ricardo Cesar Juárez, Juan Carlos Pugni, Jaime Oscar Quintela, Cristóbal José Antonio Retamoso, Andrés Aldo Savorani y Rubén Eduardo Zinc. Todos están procesados por los delitos de “privación ilegítima de la libertad” y “torturas y tormentos».