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El gobernador de Río de Janeiro, Luiz Fernando Pezao, mantuvo una reunión de emergencia para evaluar los últimos sucesos que estallaron en las favelas a pocos días de las elecciones generales del próximo domingo.
Según un balance divulgado hoy por el secretario de Seguridad Pública, José Mariano Beltrame, los problemas afectaron a favelas (villas de emergencia) ocupadas por la policía y por militares en el marco del proyecto de expulsar a las bandas de narcotraficantes, y dejaron un saldo de cinco muertos en los últimos tres días.
Uno de los incidentes más graves ocurrió anoche en el conjunto de favelas de Maré, que desde abril pasado está ocupado por tropas del Ejército, que preparan la comunidad para la instalación del proyecto de Unidades de Policía Pacificadora (UPP).
Ayer dos tiroteos sembraron pánico y obligaron a interrumpir el tráfico de vehículos en la avenida Brasil, una de las principales vías de acceso a la ciudad que organizará los Juegos Olímpicos de 2016, refirió DPA.
Después del conflicto, la policía halló los cuerpos sin vida de dos personas cerca de la comunidad. Enfrentamientos similares afectaron a otras cuatro favelas, donde ya está en vigencia el proyecto de la UPP -Alemao, Vila Cruzeiro, Rocinha y Mangueira-, y según la investigación causaron la muerte a un supuesto delincuente.
También hubo disturbios en la vecina ciudad de Niteroi, donde un ómnibus y un automóvil fueron incendiados durante la protesta de habitantes de una barriada por las muertes de dos adolescentes durante un operativo policial contra traficantes de drogas.
El secretario de Seguridad Pública afirmó que la reunión de hoy se destinó a presentar al gobernador Pezao -candidato a la reelección en los comicios del domingo- un informe sobre los sucesos y las medidas que serán adoptadas para controlar la ola de violencia.
Beltrame admitió que todavía no tiene informaciones que permitan vincular los conflictos en las favelas «pacificadas» a las elecciones del domingo, pero recordó que, en vísperas de los comicios de 2006 y 2010, también se registró «una predisposición al desorden urbano», que reflejarían un supuesto «intento de desestabilizar».
«No habrá marcha atrás en el proceso de pacificación», sentenció Beltrame, quien también sostuvo que la situación de violencia en Río es hoy «mucho mejor que hace 20 años».
Además de Río, también el sureño estado de Santa Catarina vive hoy el sexto día de una ola de ataques, supuestamente ordenados desde los penales por líderes de la organización criminal denominada Primer Grupo Catarinense (PGC), y que dejaron hasta ahora a tres muertos.
Los ataques prosiguieron esta madrugada, cuando dos hombres armados a bordo de una motocicleta realizaron disparos contra la sede de la gobernación local.
De acuerdo con la policía militarizada local, desde el viernes pasado se han registrado 52 ataques en 20 ciudades de Santa Catarina, en los que 17 colectivos fueron incendiados, por lo cual los propietarios de esas empresas de transporte público decidieron suspender los servicios durante la noche.
