«Yo lo que quiero es que lo traigan (a juicio) también a Blaquier, porque él fue el promotor de tantas cosas que pasaron», resumió la mujer de 83 años y una de las primeras Madres de Libertador y Calilegua, en una entrevista con Télam.
Ella llegó esta semana a Buenos Aires, junto a familiares de otros dos hermanos desaparecidos en los ’70, cuando trabajaban en el ingenio Ledesma, para reclamarle al presidente de la Corte Suprema, Ricardo Lorenzetti, que la causa Blaquier vaya a juicio.
Como sus hijos Miguel Angel (23 años) y Domingo Horacio (21), aún desaparecidos, Rita fue secuestrada el 20 de julio de 1976, durante la operación represiva conocida como la «Noche del Apagón», en localidades jujeñas marcadas por la omnipresencia del Ledesma.
Para esa época y por varios años más, desde el 28 de agoto de 1974 se hallaba encarcelado su esposo, Donato Garnica, fundador del Sindicato zafrero de Calilegua, localidad donde la familia Blaquier, tiene su mayor finca cañera.
La mujer estuvo diez días en el centro clandestino de detención de Guerrero antes de ser «blanqueada» en sucesivos traslados a las cárceles de Villa Gorriti (Jujuy) y Villa Devoto (ciudad de Buenos Aires), donde permaneció hasta ser liberada al año siguiente.
En el trayecto desde Calilegua a Guerrero, pudo ver en Libertador, en lo que entonces todos llamaban pueblo Ledesma, que los represores utilizaban vehículos de la empresa, además de los propios, para trasladar a los secuestrados.
Télam