Alrededor de 400 bolivianos se instalaron en un campamento frente al Consulado de Bolivia en Santiago de Chile para reclamar a las autoridades el retorno a su país y la reapertura de fronteras, cerradas desde hace más de un mes por la pandemia de coronavirus, informaron hoy medios locales.
«Queremos pedirle al consulado que nos de un techo, estamos agotados de dinero, no tenemos trabajo”, solicitó uno de los acampantes, según el diario boliviano Página Siete.
“No digan que somos del Movimiento Al Socialismo y de lo otro. De corazón, lo que queremos es volver a Bolivia. No queremos llegar a la fuerza, nos vamos a someter a la cuarentena pero queremos que el consulado lo gestione», insistió, mencionando al partido del ex presidente Evo Morales, el enemigo número uno del gobierno boliviano luego de denunciar que fue derrocado por un golpe de Estado.
Al grito de «queremos albergue», cientos de bolivianos se manifestaron en los últimos días frente a la sede diplomática, donde llegaron desde distintas partes de Chile con sus valijas y carpas para exigir el regreso a su país.
La mayoría de ellos son trabajadores jornaleros en las zonas agrícolas y vínicolas del centro y norte de Chile, que se quedaron sin trabajo por la parálisis económica provocada por la crisis sanitaria de la Covid-19.
«Le pedimos tanto al presidente chileno como a la presidenta boliviana que se pongan la mano en el pecho, que nos cedan el paso para volver a nuestro país, no pedimos más», explicó al canal estatal 24 horas una joven boliviana, quien reconoció las dificultades de cumplir con las medidas de distanciamiento social en el improvisado campamento.
Entre las personas que acampan hay adultos mayores, embarazadas y niños, relevó la plataforma chilena Cooperativa.
Todos eran atendidos por organizaciones sociales y autoridades municipales chilenas, que denunciaron que nadie del consulado se ha acercado a ellos, reportó la agencia de noticias EFE.
«El cónsul no está y el consulado está cerrado. Nos contactamos con el cónsul y nos ha señalado que él no puede hacer nada, lo que encontramos una respuesta terrible», lamentó Sergio Micco, director del autónomo Instituto Nacional de Derechos Humanos, una de las organizaciones sociales más importantes de Chile.
Desde la llegada del brote a la región, miles de bolivianos intentaron volver a su país, que tiene cerradas las fronteras y el espacio aéreo y solo deja entrar a aquellos conciudadanos que hayan cumplido dos semanas de vigilancia epidemiológica.
En una operación humanitaria, el gobierno de Chile habilitó dos albergues en las ciudades norteñas de Iquique y Antofagasta, que se encuentran llenos y donde cerca de 800 bolivianos han pasado la cuarentena y pudieron regresar a su país.
También hay un albergue en Pisiga, en el lado boliviano de la frontera, donde los llegados de Chile tienen que continuar la cuarentena antes de retornar a sus hogares.
El dispositivo, sin embargo, ha sido fuente de tensión y el 7 de abril hubo choques entre militares bolivianos y ciudadanos de ese país que trataron de ingresar a su país, donde se decretó un estricto confinamiento hasta el jueves por la coronavirus, que ya causó 50 fallecidos y 950 casos.
En Chile, donde la cuarentena es más flexible, se registraron 14.365 contagiados y 207 fallecidos, según el último reporte oficial.