La Cámara de Representantes (diputados) de Uruguay dio media sanción este jueves a un proyecto de ley que despenaliza y regula la eutanasia, tras un extenso debate y arduas negociaciones que continuarán en el Senado.
El proyecto, que fusiona propuestas del Partido Colorado (de centroderecha, integrante de la coalición oficialista) y del Frente Amplio (oposición de izquierda), tuvo el apoyo transversal de legisladores y legisladoras de todos los partidos para alcanzar los 57 votos sobre un total de 96.
«Este proyecto cambia el centro de gravedad; el poder ya no está en el médico. Queremos que esté en buena medida en el paciente, que es el que está sufriendo», dijo el diputado colorado Ope Pasquet, uno de los redactores de la norma, citado por las agencias de noticias AFP y Sputnik.
La legislación apunta a «regular y garantizar el derecho de las personas a transcurrir dignamente el proceso de morir, en las circunstancias que ella determina», dice el texto.
La solicitud de la eutanasia quedará habilitada para personas mayores de edad, psíquicamente aptas, que padezcan «una o más patologías o condiciones de salud crónicas, incurables e irreversibles que menoscaben gravemente su calidad de vida, causándole sufrimientos que le resulten insoportables», dice el proyecto.
Durante las discusiones, no obstante, se acordó agregar que los solicitantes deben estar transitando la «etapa terminal» de la enfermedad, con la única excepción de las personas con cuadriplejia.
Todas las instituciones de salud quedan obligadas a ofrecer el servicio, pero los médicos pueden apelar a la «objeción de conciencia» para negarse, en cuyo caso el centro de asistencia debe designar a otro profesional.
La norma debe ser ahora sometida a estudio del Senado, donde se avizora un debate más ajustado.
A la iniciativa se opusieron legisladores del Partido Nacional -PN, fuerza del presidente Luis Lacalle Pou- y la totalidad de los integrantes del también oficialista Cabildo Abierto, cuyo líder, el general Guido Manini Ríos, adelantó que le pedirá al mandatario que la vete en caso de que sea aprobada en el Senado.
Sus detractores argumentan que es necesario mejorar los cuidados paliativos en lugar de legalizar la eutanasia.
Uruguay reglamentó en 2013 la ley de voluntad anticipada, que permite que un paciente con una enfermedad incurable deje de recibir un tratamiento que le prolongue la vida en detrimento de su calidad, si así lo desea.
En tanto, otra ley vigente considera que la eutanasia es contraria a la ética médica y castiga a cualquier profesional de la salud que la aplique con hasta 10 años de suspensión.
El 77% de los uruguayos está de acuerdo con legalizar la eutanasia, según una encuesta de la consultora Factum de julio.
El país de 3,5 millones de habitantes es conocido por su tradición vanguardista en materia de leyes sociales, entre las que destacan la despenalización del aborto, la legalización de la marihuana o el matrimonio igualitario.
En caso de aprobar la ley de eutanasia, Uruguay ingresaría al reducido grupo de naciones en el mundo donde está reglamentada, junto a España, Holanda, Bélgica y Luxemburgo.
Colombia es actualmente el único país latinoamericano donde la práctica es legal.