Vecinos de la zona de El Ceibal harán una protesta «extrema» este miércoles frente a las oficinas de la empresa estatal Agua Potable de Jujuy para reclamar las obras necesarias para acceder a ese servicio. Hace 20 años que deben comprar el agua y en los últimos tiempos sufrieron fuertes aumentos. Algunos la buscan con bidones y otros incluso a caballo. Actualmente, una familia puede gastar más de 40.000 pesos por mes.
Se trata de unas 600 familias que viven a escasos 11 kilómetros de San Salvador, en El Ceibal, Los Alisos, Los Paños, Loma Hermosa, Loma Atravesada, La Toma y otras localidades de la zona. El problema no solamente afecta a la provisión de agua para las casas, sino también a quienes la precisan para riego, ya que se trata de una zona con vastos sectores rurales que trabajan la tierra. Jorge Berno, vecino del lugar, relató en diálogo con El Submarino Radio (FM Conectar 91.5): «En la zona nunca hubo conexiones. El agua llega hasta el ingreso a El Ceibal, en la Ruta 9».
Hasta 2015, la empresa concesionaria Agua de los Andes, privada, proveía de agua dos veces por semana, entre 600 y 800 litros por familia, en forma gratuita. Desde 2015, cuando se conformó la estatal Agua Potable de Jujuy, tienen que pagar.
«Hasta hace seis meses, costaba un promedio de 2.000 pesos por carga, que es un camión completo de 8.000 litros. Eso se podía comprar entre dos o tres familias y se repartían el agua, porque no todos tienen la capacidad para almacenar de 8.000 litros de agua», contó Berno.
El cansancio de las familias de la zona se convirtió en indignación ante la fuerte suba del precio del agua. «Hasta el viernes de la semana pasada la carga completa salía 6.000 pesos, pero del viernes a este lunes, subió a 20.500», aseguró.
Cuando los vecinos preguntaron la razón de este último aumento, les respondieron que se debía a la falta de gasoil. Sin embargo, pese a que la provisión de combustible se normalizó, el precio del agua se mantiene.
Fue entonces que los pobladores de la zona decidieron difundir lo que está ocurriendo con un servicio tan esencial. A través de las redes sociales, denunciaron la arbitrariedad en el precio del agua. Este martes, apareció el agua. «Hoy vinieron a dar agua gratis, por el lío que se armó», afirmó Berno, y agregó: «Pero vienen una sola vez y después desaparecen de nuevo».
«Buen día, vecinos, les comento que recién compré agua y subió muchísimo. Ahora cobran $ 1 peso por litros y $ 1,50 de transporte por litros, o sea los 3.000 litros que pagué hace dos semanas a $ 2.400, ahora pagué $ 7.500. Creo que es una barbaridad», escribió una pobladora de la zona en el grupo de WhatsApp de los vecinos.
También el intendente de San Antonio, Álvaro de Bedia, recibió el reclamo de los pobladores de la zona. «Pero el municipio no tiene injerencia en el agua potable», explicó Berno. Más allá de las responsabilidades que le cabe a cada área, interpretan que «hay una pelea interna entre Víctor Galarza (presidente de Agua Potable de Jujuy) y De Bedia».
«Para perjudicar al intendente, Galarza perjudica el reparto de agua», afirmó Berno.
Las familias que viven en la zona desde hace años, cuentan que nunca se hicieron las conexiones para llevar el agua a las viviendas. En la década de 1990, cuando se hizo un importante loteo, se aprobaron los planos sin la infraestructura correspondiente. «La promesa en esa época era que iban a hacer los filtros en la zona de la toma. Los filtros están hechos hace más de 5 años, pero las bombas no funcionan. Y no quieren hacer la extensión de cañerías», relató Berno.
Algunas familias, como la de Berno, cargan entre 200 y 300 litros en la camioneta y van llenando los tanques que tienen en su casa, que cargan hasta 6000 litros que les alcanzan solo para 15 días. Es decir que, a la tarifa actual, estarían gastando unos 41.000 pesos mensuales.
Las que no cuentan con un vehículo adecuado, tiene que salir a buscar el agua con bidones, incluso algunos a caballo. «Parece la época de Belgrano», describió el hombre.
Otros hacen canaletas para llevar el agua a los tanques, pero eso constituye un peligro sanitario. «Y hay que rogar y hacer la danza de la lluvia para que se puedan cargar los tanques, porque con la sequía que hay, mucha gente está padeciendo realmente. Y si no, entre vecinos por ahí nos organizamos y repartimos agua. Pero eso no nos competiría a los vecinos», reflexionó Berno, y agregó: «Es de película todo lo que se vive acá».
Ante la falta de agua, algunas familias incluso se bañan en el río. «La gente va a pensar que estamos exagerando. Pero yo los invitaría a que recorran el lugar y vean», señaló.
Además de los camiones que llevan el agua -que los vecinos deben pagar-, hay un caño comunitario que tiene agua entre las 10 de la noche y las 3 de la mañana. Después pierde presión. Dicen que la razón hay que buscarla en los loteos privados que hay en la zona. «Cortan para que no ingrese agua al primer barrio, las tres cuadras que tienen cañería, para que ellos tengan presión y no les falte agua.
Es prácticamente una lucha de clases», afirmó Berno.