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Las autoridades de Venezuela recuperaron este viernes un cuarto penal que estaba tomado por pandillas tras lograr la aparente rendición de sus cabecillas, informó el ministro del Interior, Remigio Ceballos.
El Centro Penitenciario de la Región Oriental, «La Pica», ubicado en el estado Monagas (este) fue tomado esta madrugada. El canal estatal VTV mostró imágenes de blindados entrando al penal y reclusos saliendo en fila, sin camisa y las manos en la nuca.
«Ha sido controlado y tomado. Estamos saliendo del búnker, se hizo un proceso de intervención», dijo Ceballos a VTV.
«Unos reductos se mostraban en resistencia. Luego de que agotamos todas las medidas de diálogo, se logró la rendición y en este momento están siendo puestos a orden del Ministerio de Asunto Penitenciarios», añadió, sin precisar detalles.
La Pica es el cuarto centro de reclusión que es recuperado por las autoridades desde el 20 septiembre, cuando se tomó la cárcel de Tocorón, en el estado Aragua (centro-norte), donde operaba el Tren de Aragua, una banda criminal dedicada al secuestro, la extorsión y el tráfico de drogas en Venezuela y otros países de América Latina.
Le siguió Tocuyito (Carabobo, centro-norte), el mayor del país, y Puente Ayala, en Anzoátegui (este).
Ceballos reprodujo una información de un periodista del diario local Últimas Noticias, de línea oficial, en la que indicó que el gobierno tomó el control «luego de someter a (alias) Pedro El Rapidito y (alias) El Yeferson, cabecillas de la estructura delictiva que allí operaba».
«¡Hemos acabado con las mafias carcelarias!», celebró Ceballos, sin precisar cómo fue la captura.
La ONG especializada Observatorio Venezolano de Prisiones (OVP) indicó no obstante que el operativo en La Pica «fue negociado y entregado directamente por los pranes», como se conoce a los jefes de las bandas que controlan las cárceles.
«Los presos ya sabían desde hace una semana que la cárcel sería intervenida porque los pranes, a través de una corneta, les anunciaron que el penal sería tomado», indicó el OVP en un comunicado citado por la agencia de noticias AFP.
Según esta organización, crítica del gobierno, los criminales vivían en medio de grandes lujos, con dos piscinas dentro del penal, ganado y motocicletas, además de manejar armas de alto calibre.
Aunque ya habían cumplido sus condenas, los pranes coordinaban desde los calabozos redes de extorsión y narcotráfico, y cobraban dentro del penal 5 dólares a cada interno para circular.
Según VTV, 1490 reclusos fueron evacuados, sin especificar el lugar adonde fueron trasladados.
