El juez civil y comercial Juan Pablo Calderón, a cargo de la quiebra del Ingenio La Esperanza, resolvió archivar todo lo actuado desde diciembre del año pasado hasta la fecha, y ahora el gobierno espera que homologue el nuevo acuerdo celebrado con el grupo inversor colombiano Omega y su empresa Alesa.
En su resolución, el magistrado formula un incidente innominado de presentación de acuerdo entre el gobierno y el grupo económico que busca quedarse con el complejo agroindustrial y señala que tiene por presentado el acuerdo suscripto entre el Ministerio de Producción y Desarrollo Económico de la provincia, la Fiscalía de Estado, Omega Energy Group y Alesa SA, que es considerado un «hecho nuevo».
En la resolución, Calderón da por concluido el trámite del proceso, y ordena su cierre y archivo. Además, desestima la oferta que presentó Productora del Noroeste SA, la otra empresa que se había interesado en el ingenio.
Sobre la cuestión jurídica, algunos afirman que se debería llamar a una nueva licitación, mientras otros sostienen que con esta resolución y la homologación del último acuerdo, quedaría concretada una venta directa del ingenio.
Nada dice el escrito de Calderón sobre las irregularidades que había planteado en una resolución anterior, relacionadas con la falta de presentación por parte de Omega de la constancia original de inscripción en la Inspección General de Justicia de la empresa Alesa -creada especialmente para esta operación-, y con el incumplimiento en el depósito de las garantías previstas en el llamado a licitación.
En tanto, desde el gobierno califican la resolución del juez como positiva, ya que, según interpretan, permite avanzar con el proceso de venta de la planta fabril a los colombianos. El acuerdo prevé que Omega deposite 18 millones de dólares y presente las garantías correspondientes para que el Estado le enregue el ingenio.