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«Nos rompimos el culo laburando, y por eso nos acusan, por hacer cosas. Pero nuestras obras se miran y se tocan», dijo Milagro Sala al ingresar al salón Vélez Sársfield, donde se desarrolla en esta jornada la última audiencia del juicio Pibes Villeros. La dirigente social, que durante la tarde podrá hacer uso de su derecho a decir sus últimas palabras ante el tribunal antes de conocerse la sentencia, habló informalmente durante poco más de seis minutos a los periodistas presentes en la sala.
La audiencia, que debía comenzar a las 8.30, fue suspendida hasta las 16, porque durante el fin de semana fue detenido uno de los imputados, Raúl Ezequiel Aguilera, uno de los hijos de Mabel Balconte, la hoy diputada provincial y ex tupaquera ‘arrepentida’ que acusó a Milagro Sala y que también está procesada en este juicio.
«Morales tiene miedo de competir políticamente», señaló Sala, y calilficó al gobernador de «cagón» porque «aprieta a los jueces para que me den 12 años y para que sigan encarcelando a mis compañeros».
La diputada del Parlasur apunto contra los fiscales Liliana Fernández de Montiel y Diego Cussel, y al jefe de ellos, el titular del Ministerio Público de la Acusación, Sergio Lello Sánchez, además del juez Pablo Pullen Llermanos. Reclamó que la Oficina Anticorrupción investigue las propiedades que adquirieron en los últimos tiempos.
«Nadie dice nada, pero sí investigan a la negra, la chorra, la colla. Salen con 20 valijas y dicen que perros han olido que había dólares -continuó Sala-. ¡Qué gracioso! ¿Por qué no van a la casa de Lello Sánchez? Que lleven esos perros y vamos a ver quién es drogadicto, quién es narcotraficante y quién trae la droga a Jujuy».
«¿Los negros que tenemos auto, camioneta y casa, y somos corruptos y delincuentes? ¿Por qué no vamos a ver a los hijos de Gerardo Morales, de Freddy Morales, o a los funcionarios, que en menos de tres años cambiaron tres veces de vehículo? Vayan a ver las casas que se han comprado, las tierras. Ahí nos vamos a dar cuyenta de quiénes son los corruptos», reclamó.
Una vez más, Sala denunció que testigos fueron «apretados por la policía y la Brigada de Investigaciones» para que la acusen a ella y a los otros imputados. «Mis compañeros son inocentes, no robaron nada», afirmó, y agregó: «Vayan a la casa de Mirta Aizama, de Gladys Díaz, de Pachila. Son compañeras humildes que lo único que han hecho es buscar dignidad y vivir un poco mejor. No hicieron otra cosa».
Remarcó luego que en este proceso se está juzgando a 14 cooperativas, cuando en realidad tendrían que estar juzgando a 20. «Pero a seis cooperativas las dejaron pasar porque se sentaron ahí a acusarnos a nosotros», aseveró.
«No encontraron un puto mango en ningún lado y no van a encontrar porque se pagaron sueldos», dijo Sala, y recordó que «se trabajó muchísimo» después de la década de 1990, cuando «uno de los funcionarios era Gerardo Morales, viceministro de Desarrollo Social de la Nación, que se choreó todo lo de los pueblos originarios y no hizo nada por Jujuy».
En este repaso, agregó: «Por eso se crearon estos monstruos, como dicen ellos, las organizaciones sociales en Argentina y en Jujuy. Porque dejaron a muchos en la calle, con hambre, sin trabajo, niños desnutridos, la salud y educación era lo peor, lo mismo que está pasando ahora. Y nosotros nos hicimos cargo de salud, de educación , de viviendas dignas. Nosotros salismos a pelearla sin ser arquitectos ni contadores».
«Nos rompimos el culo laburando, y por eso nos acusan, por hacer cosas. Pero nuestras obras se miran y se tocan», enfatizó.
