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La vicepresidenta de la nación, Victoria Villarruel encabezó por el Día Internacional de la Conmemoración a las Víctimas del Terrorismo, en el Salón Azul del Senado de la Nación. El evento, realizado este martes, ocurre en medio de las vinculaciones de funcionarios del oficialismo con condenados por crímenes de lesa humanidad durante la última dictadura.
Un centenar de personas se acumularon en el ingreso del Senado de la Nación. La organización que implicaron sus ingresos y el protocolo de seguridad demoraron el inicio del homenaje, que en sus primeros minutos emitió un video que enumeraron ataques armados en los años previos a 1976, que precedió a los discursos de los familiares de las víctimas.
La titular de la cámara alta cerró el acto con un discurso en donde reconoció que «asumí el compromiso por la memoria completa desde los 28 años. […] Esta ha sido la lucha más importante de mi vida».
Luego, prometió continuar el proceso: «Esto es un logro inmenso que es una parte más del largo camino hacia la justicia, la verdad y la reparación».
«Para que Argentina pueda vivir su aurora y su renacer todos los montoneros tienen que estar presos respondiendo por ensangrentar nuestra nación», concluyó, sin precisar cómo desde el Ejecutivo reabrirían causas que -al no ser de lesa humanidad- se encontrarían prescriptas.
Además, informó que “17.380 personas fueron salvajemente agredidas, pero aún más cruelmente olvidadas para que sus asesinos, sus victimarios vivieran tranquilos al amparo de una clase política que los protegió y les garantizó nunca pisar una cárcel pese a la sangre inocente que derramaron”.
La jornada se inició con las estrofas del himno nacional argentino. Al término, se escuchó desde el fondo del salón el “viva la patria; ¡viva!”. Seguido a ello, se difundió un video con imágenes de víctimas de crímenes cometidos entre 1969 y 1979, que dejaron -según lo relatado- 1094 personas asesinadas, 2368 heridos y 758 secuestros.
