Weretilneck confirmó que está en duda la participación de Petronas en la planta de GNL

La planta de licuefacción de gas, el proyecto millonario que fue punta de lanza del Gobierno para aprobar los cuantiosos beneficios del Régimen de Inversiones (RIGI), está a punto de perder a su inversor más importante. La razón, según confiaron al diario Página/12 fuentes de la negociación, es «un golpe al relato del Ejecutivo que conduce Javier Milei: la empresa duda de las condiciones de inversión que ofrece el país y de la estabilidad política de la gestión libertaria».

La estatal malaya Petronas, de acuerdo a lo que adelantó el periodista Marcelo Bonelli en el diario Clarín, está al borde de bajarse de una obra que, tras meses de discusión política, iba a hacerse en Punta Colorada, Río Negro, luego de descartarse la locación de Bahía Blanca.

En ese escenario, YPF ya abrió una negociación paralela con otro gigante energético del mismo porte que Petronas. La inversión necesaria alcanza los 15 mil millones de dólares (la otra mitad es de YPF), gigante para cualquier firma. Para dimensionar esto, vale tener en cuenta que plantas de licuefacción de gas de ese estilo hay solamente en México, Qatar y Canadá.

Este viernes, el gobernador de Río Negro Alberto Weretilneck confió en que el proyecto no se va a caer, aun si la petrolera de Malasia decide irse, porque -sostuvo- hay otros inversores interesados en formar parte de la iniciativa junto a YPF. “Es una muy mala noticia para Argentina porque Petronas es uno de los mayores productores  de GNL a nivel mundial”, aseguró al portal EconoJournal una fuente de la industria.

El rionegrino insistió en que «no está en riesgo el proyecto» y aseguró que no tiene dudas de que la planta «se va a hacer».

«Después veremos si es con Petronas o no -señaló- y veremos los cronogramas de inversión. Es una discusión empresarial, comercial y financiera, pero no está en riesgo el proyecto”, aseguró

Los hechos

Desde lo formal, Petronas no le comunicó nada a YPF, pero fuentes sectoriales admitieron que «la negociación ya venía dura, porque Milei estaba muy apurado por sacarlo y Petronas no. Hoy, salvo un milagro, está caído», refiere el periodista Leandro Renou en Página/12.

El proyecto nació durante la presidencia de Alberto Fernández. En su oportunidad, se firmó un Memorando de Entendimiento, pero no una confirmación de la inversión. «Petronas nunca dijo que ya tenía la decisión», siguieron contando las fuentes. El asunto es que hoy está el estudio de ingeniería y el lugar, pero falta la decisión de la malaya.

El error fue del Gobierno, que vendió algo que no había ocurrido. Lo hizo, claramente, para tener una excusa millonaria que justificara el paso por el Congreso del RIGI, un régimen que se presentó como imprescindible para que Argentina no perdiera un negocio tan fuerte.

Desde Petronas ya habían relativizado las buenas noticias difundidas desde el Gobierno. Horas después de que el gobernador de Río Negro y el propio Milei salieran a festejar que el proyecto se iba de Bahía Blanca al interior, la empresa sacó un comunicado diciendo que, de todos modos, la locación confirmada no suponía una decisión de inversión definitiva.

El Gobierno había celebrado que Petronas ya no se instalaría en Bahía por la decisión del gobernador Axel Kicillof de no adheriri al RIGI. Hoy, a la luz de los hechos, parece que la decisión de los malayos no tenía nada que ver con los beneficios a la inversión. Las dudas eran otras.

Las razones

Lo más relevante del casi caído proyecto de Petronas, son las razones que explican por qué tienen dudas de desembolsar los 15 mil millones de dólares. Por un lado, se trata de una firma estatal, por lo que un desembolso de ese calibre amerita debates en la política local de su país.

Por otro lado, se interpreta como un golpe político al relato del Gobierno de Milei. Mientras el Presidente celebra que la liberación de la economía y los enormes beneficios al capital privado impulsarán jugosas inversiones, Petronas expresa dudas. «Las condiciones que Argentina está generando para invertir no son las mejores», se comentó en una de las últimas reuniones con la empresa.

A los malayos les inquieta que el Gobierno no logre estabilidad política y que en el Congreso los equilibrios sean tan débiles. Casi lo mismo que blanquea el Fondo Monetario (FMI) cuando habla de cómo ve el escenario político a nivel local. Coincidencias de los que deben poner plata en volumen.

Fuente: Página/12 

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