Más de 8500 palestinos murieron en la Franja de Gaza en bombardeos israelíes desde los ataques del movimiento islamista palestino Hamas del 7 de octubre, informó este martes el Ministerio de Salud gazatí.
En una conferencia de prensa televisada, el vocero del Ministerio de Salud dirigido por Hamas, Ashraf al Qidra, precisó que el total de fallecidos en la Franja ascendía a 8525, tras sumar otros 219 en la última jornada. De ese total, 3554 son niños y 2187 son mujeres, precisó Al Qidra.
Más tarde, las autoridades de Salud del enclave informaron que 50 personas murieron este martes en un bombardeo israelí contra un campamento en Gaza. «Más de 50 mártires y cerca de 150 heridos y decenas de personas bajo los escombros debido a una atroz masacre israelí que golpeó una amplia zona de viviendas en el campamento de Jabalia» en el norte de la Franja de Gaza, informó el Ministerio gazatí en un comunicado.
Esta misma fuente afirmó que el balance final podría ser mucho mayor, y que el bombardeo destruyó «al menos 20 edificios».
Un video tomado por AFP muestra que al menos 47 cadáveres fueron sacados de entre los escombros después de que el ataque golpease varias casas del campamento.
El ejército israelí no comentó inmediatamente sobre este bombardeo.
El portavoz del Ministerio de Salud había indicado previamente que el principal generador eléctrico del Hospital Indonesio de Beit Lahiya, en el norte de Gaza, dejó de funcionar por falta de combustible y alertó que más hospitales podrían quedar fuera de servicio en los próximos días si no se permite la entrada de combustible en el territorio.
Hace dos semanas comenzaron a ingresar camiones de ayuda humanitaria a la Franja a través del paso de Rafah, en la frontera con Egipto, pero solo han permitido el ingreso de aquellos vehículos que llevan alimentos, agua, medicinas e insumos médicos.
El Ejército de Israel intensificó los bombardeos y las acciones terrestres más de tres semanas después de que estallara el conflicto por los ataques de Hamas, en los que cientos de milicianos infiltrados desde Gaza asesinaron a más de 1.400 personas, en su mayoría civiles.
Más de 230 personas fueron tomadas de rehenes y llevadas a Gaza, entre ellas una veintena de nacionalidad argentina.