El Gobierno quiere que la Cámara Alta apruebe el Presupuesto 2019 antes de la cumbre del G20 en Buenos Aires y que tampoco se acerque a la fecha del paro general que realizaría la CGT. Con ese criterio, eligió el 14 de noviembre para el debate en el Senado. Para llegar airoso (y con la certeza de los votos de sus socios del peronismo paraoficialista) deberá antes obtener dictamen de mayoría el miércoles 7.
Pero el oficialismo tiene un plan B por si falla la seguramente caldeada reunión de comisión, ya que en caso de no conseguir dictamen el 7 de noviembre y tener que estirar unos días más la negociación, el debate en la Cámara Alta podría realizarse el día 21.
La obsesión de Mauricio Macri es que el Presupuesto de ajuste esté aprobado sí o sí antes de que se lleve a cabo en Buenos Aires la cumbre del G20, a la que acudirán los mandatarios de los países más poderosos del mundo, entre ellos Donald Trump, el visitante ilustre que Cambiemos sueña con ver bajar del avión en un aeropuerto local.
Otro de los temas que tiene a maltraer a la Casa Rosada es la posible realización de un paro general de la CGT el 25 de noviembre. De ratificarse la medida, Macri teme que la movilización anunciada por los sindicatos quede en el almanaque demasiado cerca de la votación en Senado.
Para el Gobierno la fecha tentativa de votación de la denominada «ley de leyes» fue una buena noticia también por otra cuestión: Marcos Peña no podrá -«por razones de agenda parlamentaria», según le comunicaron al Jefe de Gabinete- asistir a la sesión informativa que venía realizando con regularidad.
Según fuentes parlamentarias, la ronda de funcionarios por las comisiones comenzará el lunes próximo con la visita del ministro de Hacienda, Nicolás Dujovne, mientras que el martes 30 lo hará la ministra de Desarrollo Social, Carolina Stanley. El miércoles 31 le tocará al titular de Producción, Dante Sica y el martes 6 de noviembre será el turno del ministro del Interior, Rogelio Frigerio.