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Zaffaroni: «Buscar la aniquilación del otro nos puede llevar al holocausto»

«Quienes tienen la responsabilidad de gobernar, deben resolver los conflictos mediante negociaciones, y no en términos de aniquilación del otro». Con esas palabras se refirió a la detención de Milagro Sala el ex juez de la Corte Suprema de la Nación y actual integrante de la Corte Interamericana de Derechos Humanos, Raúl Eugenio Zaffaroni, en la tarde del domingo en el acampe de la Tupac Amaru en Plaza de Mayo. 

El catedrático ofreció una charla sobre la detención de Milagro Sala y la actual situación política del país en la carpa principal de la permanencia que en la ciudad de Buenos Aires lleva doce días. Allí, Zaffaroni interpretó que la diputada del Parlasur está detenida «por una decisión política» y llamó a los gobernantes a invocar «una cuota de racionalidad».

Aseguró que quienes tienen la responsabilidad de gobernar deben resolver los conflictos mediante la negociación. “Plantear la solución en términos de la aniquilación del otro no nos puede llevar más que al holocausto”, expresó.

En su análisis del contexto en el que se produjo la imputación y detención de Milagro Sala, calificó la reforma al Superior Tribunal de Justicia de Jujuy como “escandalosa”.

Al inicio del encuentro, Zaffaroni habló de la torpeza política que llevó al gobierno a detener ilegítimamente a Milagro Sala. “Comprendo humanamente la reacción frente a los agravios, la bronca; cuando alguien tiene una función de gobierno, no se vuelve automáticamente racional, pero sí tiene que hacer un esfuerzo mucho mayor que el que no tiene esa responsabilidad», analizó, y agregó: «Si en esa función de gobierno se encuentra frente a un conflicto, tiene que agotar los medios racionales para resolver ese conflicto; y esa es la torpeza política que estoy viendo”.

«Al gobernante -expresó Zaffaroni, en alusión al gobernador Gerardo Morales- no se lo vota para que incentive conflictos, y cuando plantea un conflicto en el que la única solución es aniquilar al otro, lo está planteando mal», y concluyó: «Un conflicto que se plantea de esa manera solo puede resolverse con la solución final: con un holocausto. Es un crimen”.

Desd el punto de vista jurídico, la detención de Sala, para el experto, es «un escándalo internacional y una vergüenza para todos los ciudadanos argentinos», y preguntó: «¿Dónde queda nuestro respeto a las garantías, a los derechos humanos, a todo lo que hemos construido? ¿Dónde queda cuando hay una mujer presa porque perturba la circulación terrestre y los colectivos tienen que ir por otro lado?”.

“Agarran un artículo del código penal, después como con ese articulo solo no funciona, meten la ‘incitación al delito’. Y como esto tampoco es suficiente, metemos ‘asociación ilícita’”, describió.

Explicó que la figura de asociación ilícita fue creada para perseguir al sindicalismo en la época en la que la huelga era delito, y afirmó que el tipo penal, tal como se lo interpreta, es inconstitucional.

«Esto no lo digo ahora ni para defender a Milagro. Lo dije incluso en la defensa de personas que no me son simpáticas; lo dije incluso cuando a Menem lo estaban procesando por asociación ilícita. Porque si es inconstitucional, es inconstitucional para cualquiera”, aseguró, y recordó que Sala, por ser diputada electa del Parlasur, tiene fueros.

En ese contexto, Zaffaroni relató a los presentes el modo en que se «autoamplió» el Superior Tribunal de Justicia de la provincia, donde dos de los nuevos integrantes fueron diputados radicales que horas antes de asumir como jueces votaron en la Legislatura la rforma. «Este escándalo no lo hizo nadie», sentenció Zaffaroni.

Consultado por uno de los presentes en el acampe sobre los recursos para reclamar por la liberación de Milagro Sala en ese contexto, Zaffaroni ironizó: «Desconozco el procedimiento para que salga alguien en libertad en una justicia organizada por correligionarios y parientes».

Por último, y en relación a la gestión de Cambiemos, el ex juez de la Corte Suprema señaló: «No es una dictadura sino un virreinato», y agregó: «Estamos ante una fuerza colonizadora».

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