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A tono con la estrategia triunfal adelantada durante casi un año y con el favor de las encuestas, el ex mandatario chileno Sebastián Piñera fijó hoy su programa de Gobierno, a 20 días de las elecciones presidenciales.
Los anuncios complementan varias semanas, prácticamente todas de los últimos 10 meses, en que los sondeos muestran las preferencias de los eventuales votantes por el magnate para su regreso al Palacio de La Moneda.
El aspirante principal de la derecha cuenta, según sus contrincantes, con un gran aparato empresarial y mediático que no duda en ofrecerle su espaldarazo abierto y la mejor prueba son las propias firmas encuestadoras.
Aún así y a falta de otro mecanismo para contrastar las consultadas, la ventaja de Piñera se maneja en la franja de los 20 puntos porcentuales sobre su más cercano perseguidor, el senador independiente Alejandro Guillier.
Después de cumplir su mandato de 2000 a 2014 y entregar la banda presidencial a Michelle Bachelet, el hombre de negocios diseño una estrategia para marcar poco a poco su deseo de retornar a la jefatura de gobierno en 2018.
La división de la centroizquierda también lo ha favorecido notablemente. Guillier cuenta con el respaldo de la coalición Nueva Mayoría, pero uno de los tradicionales del grupo, la Democracia Cristiana (DC) va por cuenta propia a los comicios.
Además de la carta de la DC, la senadora Carolina Goic, los partidos o movimientos de izquierda variopintos presentan sus candidatos, como Marco Enríquez-Ominami (Progresismo) y Beatriz Sánchez (Frente Amplio), entre otros.
Piñera lanzó este lunes su proyecto de administración que tendrá un costo de 14 mil millones de dólares, con la promesa de convertir a Chile en un país desarrollado en el plazo de ocho años.
Aunque los períodos presidenciales chilenos son de cuatro años, el programa de Piñera acentúa el criterio de que uno de sus mayores empeños si vuelve a La Moneda será reformar los tiempos al frente del Gobierno.
Según el aspirante por la coalición derechista Chile Vamos, la idea es captar ese dinero con el 5,5% del PIB de un año.
‘Significarán un mayor crecimiento de tendencia, que pasará del 2,6% proyectado en el Presupuesto 2018 a un 3,5% hacia el final del periodo de Gobierno’, remarcó, para luego agregar que se establecerá ‘un estricto control de la evasión’.
En esta ocasión, su discurso estuvo enfocado en atraer al electorado y no tocó temas controversiales como su determinación de poner freno o incluso echar atrás reformas de Bachelet, incluida en educación.
Si en algún punto hay coincidencia casi unánime entre sus adversarios políticos es en que ‘Piñera significa retroceso total a los avances sociales de Chile’. Sin embargo, de momento no parece afectarlo en las encuestas.
Prensa Latina
