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Siguen las denuncias por violencia laboral en el Ministerio Público de la Acusación y una vez más el protagonista es el titular del organismo, Sergio Lello, quien ordenó el desalojo de la fiscal, Liliana Fernández Montiel de su oficina, mediante un cerrajero que violentó la puerta de entrada y retiró sus pertenencias y expedientes a otra dependencia que no se sabe si a la sede principal o a la subsede de la calle Balcarce.
Las medidas dispuestas ayer por Lello afectan a aquellos que lo denunciaron por maltrato laboral, violencia laboral y de género ante el Superior Tribunal de Justicia y personas relacionadas con ellos. Montiel es madre de Mateo Montiel, uno de los funcionarios judiciales que presentó esa denuncia por acoso laboral y Agustina Aramayo lo denunció por violencia de género, es la secretaria de la fiscalía que conduce Fernández Montiel.
Cabe destacar la Fiscal está con licencia médica, por problemas de salud, sufrió ayer una violación a su intimidad, al saber que su oficina fue abierta de manera violenta por un cerrajero.
La otra denunciante, Agustina Aramayo fue notificada esta mañana que debía cambiarse de la oficina que ocupaba en soledad en ese Ministerio Público a una que compartirá con otros funcionarios.
Después de sucedida la irrupción en sus oficinas Montiel dijo a la prensa que “yo me encuentro de licencia por razones enfermedad por todas estas situaciones que se viven en el Ministerio Público de persecución, hostigamiento, malos tratos, violencia institucional. Todo eso está absolutamente certificado, no sólo hacia mi persona sino también hacia la persona de mi secretaria la doctora (Agustina) Aramayo y hacia mi hijo también por lo que se hicieron las denuncias en el Superior Tribunal de Justicia.”
Fernández Montiel continúo describiendo que «la contadora Julieta García me dijo que eran órdenes que había recibido del Fiscal General (Lello), le dije que no podía abrir mi despacho por la fuerza ‘me hubiesen avisado y notificado»
La funcionaria aseguró que mientras hablaba con la contadora, el despacho en cuestión «ya estaba abierto». Resaltó que hizo la denuncia pública para “parar la violencia”
Aseguró que “este nuevo atropello, esta falta de respeto de Lello, que cree que somos de su pertenencia y puede hacer lo que quiera con nosotros”.
Consultada por las denuncias presentadas por acoso laboral ante el Superior Tribunal de Justicia, la fiscal manifestó que: “hicimos todas las presentaciones en el Poder Judicial y creo que están en trámite, pero cualquier cosa que se haga, llega tarde porque seguimos siendo víctimas de maltratos laboral, violencia de género e institucional”.
“Ante esa morosidad de la justicia nosotros ya estamos en contacto con abogados constitucionalistas a nivel nacional y vamos a hacer los planteos ante los organismos nacionales e internacional que correspondan. Tengo 38 años en la justicia y jamás he visto una cosa igual”.
