El colectivo trans reclama por el fin de los abusos y la brutalidad policial

La organización Damas de Hierro, que agrupa a transexuales y travestis de toda la provincia, manifestaron en la Secretaría de Derechos Humanos para reclamar por seguridad y el fin de la violencia que padecen, sobre todo de parte de la policía. En diálogo con El Submarino, su referente, Lourdes Ibarra, describió los maltratos, extorsiones y vejaciones de que son víctimas, y denunció los casos de Luna y Ghandi, que sufrieron violentos castigos que las llevaron a la muerte.

“La secretaria de Derechos Humanos nos atendió con mucha buena voluntad”, comentó Ibarra, y agregó que ahora están a la espera de que se confirme una reunión con el ministro de Gobierno y Justicia, Alberto Matuk, y el jefe de la Policía provincial, Roberto Paniagua. 

El colectivo trans reclama sobre todo la reforma del Código de Faltas, que se estaría utilizando para avasallar sus derechos y cometer estas detenciones injustificadas que incluyen en muchos casos castigos corporales, robo y torturas.

 “En las comisarías del interior empezaron a acontecer muchos hechos de violencia, con compañeras torturadas”, denunció Ibarra, y explicó que efectivos policiales las detienen sin causa justificada y les retienen el dinero que llevan.

 Describió la situación en, por ejemplo, Monterrico: “La policía las lleva, las tiene muchos días detenidas y si no tienen plata para pagar, las dejan detenidas, las golpean y las insultan, les piden favores sexuales y hay abusos”, y agregó que “lo mismo pasa en la Brigada de Investigaciones San Salvador”.

 “Se está viviendo esta situación nefasta en toda la provincia”, sintetizó Ibarra, y trazó un panorama preocupante: “En San Salvador y Monterrico siempre fue así, pero en los últimos meses ha habido aparentemente una bajada de línea y comenzó a ocurrir en todos los departamentos. Esto no lo vimos ni en las peores épocas”.

 Interpreta que este cambio “tiene que ver con el cambio de la cúpula policial y con que se está gestando un cambio en el Código de Faltas”, en relación al proyecto de reforma que se está elaborando en la Legislatura provincial.

La peor parte la llevan quienes trabajan en la calle. Así lo explica: “Las que dejamos de trabajar en la calle estamos como más protegidas, pero las que siguen tienen bastante miedo. Siempre decimos que para trabajar en la calle hay que tener huevos de hierro”.

 Admite que la ley de identidad de género permitió que cambiaran muchas cosas, pero lamentó que nada garantizó el acceso al trabajo o a la salud. “Creo que hay en la sociedad una resistencia a nosotras por nuestra ‒explica‒. Por el hecho de haber asumido otra identidad, apenas nos ven, nos prejuzgan. En el caso de los gays y lesbianas es distinto”.

 Las Damas de Hierro son un grupo de transexuales y travestis de Palpalá, San Salvador, Monterrico, Ledesma y Fraile Pintado. “Tenemos muchas historias de compañeras masacradas por la policía”, afirma Ibarra, y cuenta dos hechos escalofriantes: “hace dos o tres años, a una amiga llamada Luna, que fue una denunciante, la policía la volvió a encontrar, la hizo golpear por un caballo y la tiró en la vía pública. Cuando la encontramos la internaron, pero no sobrevivió. Y en Palpalá a una compañera que le decían Ghandi, la llevaron atrás de Zapla, donde está la escoria, y la ataron del cuello a un auto y así la arrastraron. Un camionero la encontró moribunda. y cuando llegó la ambulancia estaba muerta”.