El Ministerio de Salud de la provincia de Buenos Aires coordinará el ensayo clínico de la vacuna Curevac-004. Para ello, las pruebas en voluntarios se realizarán en hospitales bonaerenses públicos y privados, así como también en centros de Rosario y CABA. Bayer será quien tenga a su cargo la fármaco-vigilancia de la tecnología y participará del proceso de producción y distribución a escala, una vez que sea aprobada. Desde la corporación farmacéutica aseguran que están en condiciones de fabricar 160 millones de dosis durante 2021.
La organización del estudio estará a cargo del Hospital Evita Pueblo, de Berazategui, y participarán otros como el Vicente López y Planes de General Rodríguez y el Ramón Carrillo de Tres de Febrero.
En el presente, las pruebas de seguridad y eficacia en fase III se están realizando en más de 35 mil personas en Alemania, Holanda, Bélgica, México, Colombia, Perú y Panamá.
Curevac es un laboratorio alemán con trayectoria en trabajo con la tecnología de ARN mensajero –la misma que emplean otras como Pfizer o Moderna– desde hace más de dos décadas. Su vacuna para combatir la covid, que recibió el apoyo del gobierno de aquel país y de la Comunidad Económica Europea, ya atravesó con éxito las fases I y II.
La inscripción de voluntarios se realiza a partir de este lunes (cada hospital o centro de Salud tendrá un call center, con su página web e incluso atención presencial para que puedan inscribirse) y el objetivo es que se anoten 9 mil postulantes, mayores de edad y que no estén bajo tratamiento oncológico o inmunodeprimidos. Otro de los requisitos es que las mujeres reclutadas no estén embarazadas ni en período de lactancia.
Vale destacar que si durante el ensayo clínico quedase demostrada la eficacia de la plataforma vacunal, se suspenderá el proceso de testeo ciego y aquellos que recibieron placebo accederán a ser inmunizados con la fórmula. Como en otros casos, a priori las pruebas son aleatorizadas doble ciego, con el propósito de que los individuos y los médicos involucrados no sepan a quién toca placebo o sustancia activa en ningún caso.
Otras empresas biotecnológicas han desarrollado sus ensayos clínicos en Argentina. Es el caso de Pfizer, cuyas pruebas –con miles de voluntarios– se desarrollaron en el Hospital Militar de CABA y fueron coordinadas por el médico Fernando Polack; y también el de Sinopharm, que en territorio doméstico se llevaron a cabo por iniciativa de la Fundación Huésped y la supervisión de Pedro Cahn.
Los laboratorios buscan la realización de esta clase de estudios en naciones con una circulación viral alta y con buenas capacidades tecnológicas instaladas, mientras que los gobiernos planean negociar, luego, un acceso diferencial a las vacunas (buena cantidad y buen precio). En este sentido, mientras que con Pfizer el acuerdo por el arribo de dosis no llegó a buen puerto, con la empresa estatal china el camino fue diferente: la semana pasada llegó un millón de dosis (que están siendo empleadas para inmunizar a los y las docentes de todo el país) y, a corto plazo, podrían hacerlo 3 millones más.