Estados Unidos retomará los trámites en Cuba para otorgar visa a inmigrantes en 2023, informó hoy su embajada en La Habana, luego de cinco años con este procedimiento completo inhabilitado. La decisión se tomó en el marco del proceso de descongelamiento de las relaciones diplomáticas entre ambos países.
«Comenzando a inicios de 2023, la embajada de Estados Unidos en La Habana reanudará procesos completos de visa para inmigrantes por primera vez desde 2017», anunció la sede diplomática en un comunicado de prensa.
El texto agregó que esto le asegurará a los cubanos «una vía para una migración segura y ordenada», informó la agencia de noticias Sputnik.
«Este cambio también eliminará la necesidad de los cubanos que se postulan para visas de inmigrantes en categorías de preferencia familiar de viajar a Georgetown, Guyana, para sus entrevistas», precisó la embajada.
Este nuevo avance se produce luego de que en junio pasado el Gobierno del presidente Joe Biden suprimiera ciertas restricciones introducidas durante la Administración de Donald Trump (2017-2021).
La nueva normativa contempló la eliminación de limitaciones para algunos viajes y la autorización de viajes educativos grupales a la isla mientras fueran auspiciados por una organización sujeta a la jurisdicción estadounidense, así como la asistencia a reuniones y conferencias profesionales en Cuba, pero no permite viajes para actividades turísticas.
También se quitó el límite trimestral de 1.000 dólares para las remesas familiares a ciudadanos cubanos.
Estados Unidos reveló la nueva normativa hacia Cuba mientras se desarrollaba en Los Ángeles la Cumbre de las Américas, con Biden como anfitrión y a la que, por primera vez desde 2015, el Gobierno cubano no fue invitado por «reservas» de Washington sobre la falta de espacios democráticos y la situación de derechos humanos en la isla.
El proceso de descongelamiento de las relaciones entre Estados Unidos y Cuba, que llevó incluso al restablecimiento de relaciones diplomáticas, se inició durante el mandato del presidente estadounidense Barack Obama (2009-2017), del que Biden era vicepresidente.
Con la llegada a la Casa Blanca de Trump fueron eliminados los avances en ese proceso y se regresó a una política de «mano dura» con Cuba que, además, incluyó la aplicación de 243 nuevas sanciones, incluso durante el período más crítico de la pandemia de coronavirus. También se endurecieron los bloqueos económico, comercial y financiero que Estados Unidos impone a la isla desde hace más de 60 años.
Durante su campaña electoral, Biden prometió regresar a las políticas de Obama respecto a Cuba y eliminar las sanciones impuestas por su predecesor en la Casa Blanca.