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El ministro de Justicia de Bolivia, Iván Lima, le advirtió al expresidente Carlos Mesa (2003-2005) que «falta muy poco» para que sea juzgado por difundir información falsa que originó la crisis de 2019, que se saldó con un golpe de Estado contra el entonces mandatario Evo Morales.
También señaló que ya está cerca el momento en que los “anteriores acusadores pasen a ser acusados”, en referencia a la denuncia de Mesa de que hace tres años tuvo lugar un “fraude electoral monumental”.
«Lo que hizo es un delito, se llama acusación y denuncia falsa. Ya falta muy poco para que la justicia boliviana termine de investigar estos hechos», manifestó Lima en un programa de Bolivia TV, según lo recogido por la agencia de noticias Europa Press.
“Señor Mesa, en el momento que usted pueda mostrar un acta falsificada de la elección podrá seguir sosteniendo que ha existido un fraude monumental. En tanto no logre hacerlo, lo único que va a pasar es que la justicia va a seguir avanzando y, en algún momento, va a tener que rendirle cuentas a la justicia, porque lo que ha hecho es un delito: se llama acusación y denuncia falsa”, sostuvo Lima.
«Lo que han hecho ha sido dañar la democracia y buscar mediante una teoría, que nunca fue comprobada (de fraude), una grave afectación a la democracia boliviana», continuó el funcionario.
El ministro remarcó que «esta es una página que debe cerrarse pero en base a ese concepto: memoria, verdad y justicia».
Así, agregó que los investigados, que «han llevado a la confrontación del país», no pueden quedar en la impunidad por cometer violaciones de derechos humanos y vulnerar la Constitución boliviana.
En octubre de 2019, Morales se vio obligado a abandonar el poder pese a haber ganado las elecciones en primera vuelta. En esos comicios, Mesa fue candidato por la alianza política Comunidad Ciudadana.
Tras las falsas denuncias de fraude electoral de la Organización de Estados Americanos (OEA), encabezada por el uruguayo Luis Almagro, y el pronunciamiento del Ejército, el líder indígena fue forzado a salir del país. Primero a México y luego a la Argentina, donde recibió asilo político.
Las denuncias de fraude propiciaron un golpe de Estado que fue perpetrado por el gobernador de Santa Cruz, Fernando Camacho, y quien fuera la presidenta de facto, la senadora Jeanine Áñez, ambos actualmente detenidos.
El gobierno de facto duró un año y el Movimiento al Socialismo (MAS) volvió al poder en las elecciones de 2020 con el 55% de los votos. Mesa obtuvo el 28,8%.
El actual presidente, Luis Arce, ha sostenido que el fraude de Morales «nunca se probó».
