Los sindicatos docentes, junto a la Intergremial, organizaciones sociales y de derechos humanos, protagonizaron este jueves una nueva marcha de protesta hacia la Casa de Gobierno provincial con la consigna «arriba los salarios, abajo la reforma», que sostienen hace tres semanas en medio de un paro, masivas movilizaciones, cortes de ruta y un clima de tensión por avances represivos de la policía local con múltiples heridos y detenidos.
Exigieron que el gobernador Gerardo Morales «escuche al pueblo» y la inmediata liberación de manifestantes detenidos el pasado martes, durante la represión policial, tras la sanción y jura de la nueva constitución provincial.
Al llegar hasta el palacio gubernamental, que permanece con una fuerte guardia policial, en las columnas de docentes se observaba una importante presencia de dirigentes del sector de distintos puntos del país, que arribaron a Jujuy para solidarizarse y apoyar la lucha local en el marco de una jornada de paro nacional docente y movilizaciones replicadas en las distintas provincias.
De ese modo, participaban secretarios generales y dirigentes docentes de Tucumán, Mendoza, Entre Ríos, Santa Fe, Formosa, Santiago del Estero, CABA, Buenos Aires, Neuquén, entre otras provincias, que coincidieron en los reclamos por salarios dignos y contra la criminalización de la protesta, y además rechazaron el «autoritarismo y la represión» que se vive en Jujuy.
Los referentes resaltaron un alto acatamiento al paro en todo el país, «de más de un 90%», mientras ponderaron la «demostración de dignidad» de los docentes jujeños; le extendieron un «abrazo fraternal»; y calificaron su lucha como «federal».
La secretaria general del Centro de Docentes de Enseñanza Media y Superior de Jujuy (Cedems), Mercedes Sosa, agradeció por las demostraciones de solidaridad para con la lucha de los docentes de Jujuy y ponderó que seguirán en las calles.
«Hoy las calles son nuestras aulas. Vamos a seguir insistiendo que la represión no es una solución a la conflictividad social, y quienes protestamos no somos delincuentes», expresó Sosa al referirse a las protestas y la respuesta del Gobierno jujeño con represión de las fuerzas de seguridad.
Agregó que vienen de ocho años en los que estuvo «cercenado el derecho a huelga en la provincia, con el presentismo como variable de paritaria y de extorsión», pero que los docentes se decidieron finalmente a tomar las calles para hacerse escuchar y solicitó al «gobernador que deje de reprimir, de encarcelar a los manifestantes, de hostigar con camionetas sin patente». «Nos hace recordar a la dictadura», acotó la dirigente.
Sosa, asimismo, se refirió a las acusaciones por parte del Gobierno local sobre que intervienen intereses partidarios en las protestas y dijo que sí hay una cuestión «profundamente política» pero de «un pueblo jujeño que está cuestionando un modelo de precarización y empobrecimiento para la clase trabajadora, los pueblos originarios, los desocupados, los campesinos».
En la misma línea, Silvia Valverde, referente del Sindicato Argentino de Docentes Privados (Sadop), destacó la lucha docente en Jujuy y agradeció el acompañamiento recibido de distintos sectores del país, que, ponderó, ayudó a «visibilizar en toda la Nación lo que se está viviendo en la provincia».
«Decirle a este Gobierno que a los docentes unidos no nos va a poder vencer», agregó Valverde, y manifestó que «hoy los docentes privados de todo el país están parando en defensa de la democracia, de la educación, por los derechos laborales y sociales».
La dirigente de la Asociación de Educadores Provinciales de Jujuy (Adep), Silvia Vélez, a su vez, celebró que el paro por tiempo indeterminado en la provincia, iniciado el pasado 5 de junio, continúa con «un acatamiento del 90%».
«Los maestros estamos de pie, ya no más de rodillas. Nos hemos sublevado a estos años que hemos estado sin participación», apuntó Vélez al señalar que entendieron que para recuperar derechos debían estar en las calles y ello dio su fruto, ya que el Gobierno los convocó para esta tarde a mesa paritaria.